viernes, 15 de mayo de 2020

EL COVID-19 HA PUESTO EN EVIDENCIA EL DÉFICIT URBANO DE BIENESTAR



El covid-19 ha puesto en evidencia el déficit urbano de bienestar que tienen nuestras ciudades. Creíamos que teníamos ciudades inteligentes y ahora ni siquiera estamos seguros que tengamos ciudades saludables. Tenemos que empezar a elaborar una nueva estrategia urbana de conocimiento, que tenga un paradigma común: ciudades contra el cambio climático, ciudades saludables, ciudades ecológicas, ciudades verdes, ciudades solidarias , ciudades humanas, ciudades colaborativas o cooperativas …..

Todos estos conceptos constituyen un nuevo paradigma urbano. Que nos obligan, no a hacer más de lo mismo, ni a activar lo mismo, sino a transformar el futuro de nuestras ciudades y territorios en otras direcciones. Tenemos que saber cuantas cosas tienen en común estos conceptos y otros similares. Una de las cuestiones, entre otras muchas, es, con cuanta densidad podemos vivir y como vamos a planificar las distintas densidades. Para cuestiones climáticas, la alta densidad no viene mal. Interesa que la gente viva más compacta, que use el transporte masivo y no se mueva cada persona aislada en su coche, como diría Richard Senett. Pero la densidad también puede ser una amenaza para la salud. Así que la cuestión está en elaborar formas de convivencia urbanas que sean tanto verdes como sanas. ¿Cómo compaginar distintas densidades?.

Otra cuestión es como podemos convivir con la naturaleza. Cuánto nos sirve la naturaleza para hacer ciudad y cuánta ciudad podemos hacer con la naturaleza. En esta referencia es importante entender que el mundo rural y sus actividades son ciudad. Quizás el primer modelo de ciudad que existió. Es hora que aceptemos que no existe un pensamiento único de ciudad. A lo largo de la historia han existido múltiples modelos: el medieval, el comercial, el burgués, el industrial, el de los servicios, las Smart Citys…u otros modelos según el mundo físico que colonizaron las distintas civilizaciones. Pero hoy, tenemos que desarrollar la ciudad rural contemporánea, la ciudad territorial, es un asignatura pendiente. Estas tienen otros tipos de densidades y responden a estrategias cruciales para nuestra existencia.

Tenemos que saber gestionar distintos tipos de densidades, incluso dentro de una misma estructura urbana, y por tanto nodos de concentración diferentes. Una ciudad puede tener distintos nodos de concentración y movilidad. Crear nodos de concentración es crear ciudad. Por ejemplo, las llamadas ciudades (áreas urbanas) de 15 minutos. En estas, la gente puede llegar en bicicleta o andando en 15 minutos a un centro sin que necesiten transportes masificados, que pueden llegar a ser muy peligroso en casos como el que vivimos actualmente.

Son cambios enormes. Supone reconstruir urbes, modelos de convivencia y de comunicación muy diversos. Cúmulos de muchas ciudades distintas entre las que podemos movernos, manteniendo todas ellas ese paradigma inicial que hemos comentado de ciudades saludables o similares.

 El liberalismo, como fuerza económica, ha debilitado nuestra red de salud y convivencia. No nos sirve en caso de crisis, ni siquiera para resolver los problemas que nos surgen en los estados de déficit, bien sean de barriadas o de servicios. La infraestructuras de bienestar esenciales para la vida son la piedra angular del paradigma del que hablamos. Y el empleo y sus relaciones deben estar previstas en este tipo de modelo urbano.

Necesitamos crear o recoger nuevas formas de comunicarnos entre todos los que habitamos un espacio, no podemos esperar que algún organismo público o privado lo haga por nosotros, sin nosotros. Tenemos que fabricar las conexiones nosotros mismos. El Estado debe aprender a coordinar y a dirigir estos procesos planificativos. No podemos esperar que el capitalismo nos de la solución. El capitalismo que conocemos es excesivamente dependiente de altos niveles de concentración espacial y energética. Tendremos que cambiar la economía y decidir que planificación queremos y cómo supliremos las ausencias de los modelos únicos. El trabajo es inmenso.