Es un tema recurrente, hoy
en día hay una sensación de encontrarnos ante una epidemia. Es importante tener
claro un indicador que nos de la alerta de la existencia de un clima saludable:
existe una alta relación entre la calidad en la comunicación con los jóvenes y
el grado de conflicto en su entorno.
Respecto a la comunicación,
hay que observar que no se produzcan pautas de escasa comunicación, y que los
mensajes que se emitan no sean críticos y poco claros. Hay que fijarse en la
calidad de la comunicación entre el jóven y su madre, repercutiendo en la percepción
negativa del problema la cantidad de apoyo que se aprecie de los padres. Los
problemas bidireccionales de comunicación con los hijos, son correlacionales
con los problemas de conducta de estos. A mejor comunicación, mayor
probabilidad de prevenir conductas problemáticas.
Algunas de las estrategias
para mejorar la comunicación serían:
- Mensajes claros y precisos.
- Firmeza en lo que se dice.
- Congruente con lo que se comunica.
- Negociar hasta la extenuación.
- Buscar siempre conductas positivas.
- Escucha activa y empática.
- No tener miedo a expresar sentimientos.
Algunas de las estrategias
para mejorar la resolución de conflictos:
- Obligarnos a crear diálogos en ambientes relajantes y positivos.
- Ser asertivo/a.
- Dejar la culpa a los curas.
- Ser honestos.Escuchar y comprender los sentimientos de los otros.
- Evitar SIEMPRE LA VIOLENCIA VERBAL.
- Poder permitirnos disculparnos y admitir errores