viernes, 27 de febrero de 2015

EL REFORMISMO PAISAJISTA DEL “PARK MOVEMENT”. escrito por Vicente Segui Perez


El panorama ingrato e impactante de la primera revolución industrial en Estados Unidos, hizo surgir nuevas iniciativas,  con el objetivo de modificar o reformar este panorama. De esta critica de la ciudad industrial incontrolada, nace el pensamiento y la voluntad de intervenir en la ciudad para mejorarla y reformarla.

En el “post” del ejemplo de Boston, ya hablé sobre H. David Thoureau y Emerson. Ambos, recogen de manera distinta las preocupaciones y el legado de T. Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos entre 1801 y 1809 cuya simpatía por los agricultores independientes le llevó a idealizarlos como ejemplo de virtudes, desconfiando a su vez de las ciudades. También, asumen una nueva actitud hacia el espacio urbano que apunta hacia un compromiso concreto de reformarlo. Enlazando sus acciones, a esos periódicos retornos que en la historia del urbanismo se producen respecto de las “utopías urbanas”, que con distintas variantes y modelos se ha dejado sentir a lo largo del pensamiento urbanístico de los siglos XVIII, XIX y parte inicial del XX, así como con los grupos denominados “horticulturalistas” e “higienista”  que obtienen un peso notable al asegurarse el apoyo de las clases medias y acomodadas de la época. Destacar como en siglo XXI, sobre todo a partir de la crisis del 2008, vemos aparecer propuestas y tendencias que enlazan y recuperan conceptos de estos movimientos.

Una de estas tendencias reformistas, aparece con la reorganización de los cementerios suburbanos, que en la tradición anglosajona  ya tienen la estructura  y el aspecto de grandes parques y que con frecuencia están abiertos al uso continuado de la población.

Estos cementerios parques, antes que ciudad de los muertos, donde se cumple una función especializada, comienzan a ser objeto  de una cuidada planificación, aunque todavía desde una visión de paisajismo romántico. Interviniendo sobre ellos, en un esfuerzo intencionado de diseño y recursos, todavía sin transferirse a la practica de la ordenación de la ciudad industrial, pero al menos,  si empiezan a constituir para ésta un modelo a seguir, aunque no un factor de reequilibrio urbano. Así, tenemos en 1831 el planeamiento del cementerio de Mount Auburn (Monte de los Castaños), en Cambridge, en las inmediaciones de Boston, con sus senderos ondulantes, sus pequeños lagos, sus grupos de árboles, bosques, horticultura, ornitología ..etc., cuyo ejemplo será seguido muy pronto en otros centros urbanos, como son Nueva York, Chicago o Filadelfia.

De estas referencias y actuaciones nace el movimiento a favor de los parques urbanos, el “Park Movement”, hacia mediados del siglo XIX. Sin lugar a dudas siguiendo los ejemplos ingleses, que es el centro del conocimiento urbanístico anglosajón.. Me gustaría detenerme en dos personalidades  que contribuyeron con su esfuerzo teórico y practico al cambio de la opinión pública en torno a estas cuestiones  y a los problemas  cada vez mas graves surgidos de la congestión de los grandes centros urbanos, estos son Andrews Jackson Downing y Frederick Law Olmsted.

Downing nació en 1815 en Newburg (Nueva York) y falleció joven en 1852 en un accidente por la explosión de la caldera en un barco de vapor recorriendo el rio Hudson, mas que un accidente, fue una de esas clásicas competiciones entre dos compañías rivales por llegar antes, la caldera del barco de vapor donde iba Downing se sobrecalentó y estalló. Fue paisajista, horticultor y escritor, destacado defensor del estilo neogótico y editor de la revista “El Horticultor”. Para muchos Downing es considerado como el padre de la arquitectura paisajista de Estados Unidos. En 1841 publica su primer libro “Un tratado sobre la teoría y practica del paisajismo, adaptado a América del Norte”, el primer libro de este estilo publicado en Estados Unidos y tuvo gran éxito. Downing realizó un cambio radical de los diseños clásicos geométricos, planteando en lugar de grandes avenidas, parques individuales conectados mediante senderos curvilíneos y elementos de arbolado de diversas especies. Su objetivo siempre era formar parques que sirvieran de modelo y ejemplo del estilo natural de la jardinería de paisaje, creando espacios públicos de “arbolés y arbustos”.

Por otra parte Downing tenia una gran fe en la arquitectura y en el diseño de casas, por el efecto que tenían en la moral de sus residentes y en el bienestar de todos los que tuvieran contacto con la casa. Creía que todos los estado unidenses  merecían tener un buen hogar. Diseñó tres tipos de casa: villas para los ricos, casas de campos para las personas y caseríos de trabajo para los agricultores. La casa se convertía así en el lugar de la educación moral, lo que daba sentido a la vida, lo que permitía  dignificar los valores de la clases medias. Las casa debían responder a las condiciones del lugar, a su paisaje, debiendo ser incorporada e integrada adecuadamente en su hábitat natural. La arquitectura debía ser una expresión de la belleza y ninguna utilidad debía  sacrificarse por la misma. La arquitectura y el paisaje eran bellas artes y así debían ser utilizadas. Popularizó los porches, que los entendía como un enlace con la naturaleza. Interactuar con la naturaleza tenia un gran efecto curativo y quería que todas las personas pudieran disfrutar de la naturaleza. En esta época, las personas se movían con mas facilidad de la ciudad al campo, debido al avance de los nuevos medios de transporte.

Downing se confirmó como el primer gran teórico y proyectista del paisaje, si bien su obra tiene una gran carga poética y de moral burguesa. Estaba convencido que partiendo de los parques urbanos la actuación pública se extendería  seguidamente  a las ciudades, estructurándolas y cambiándolas, dotándolas de equipamientos y de instituciones que cambiarían los modos de vida de la población. Un año antes de su muerte en accidente, Downing se encuentra trabajando en el “Mall de Washington”, que resuelve adaptando maneras y formas mas orgánicas, cambiando las primeras ideas de Pierre L`Enfant ingeniero francés que había diseñado una Gran Avenida con marcado carácter geométrico, que Downing transformó en un plan de paisaje con cuatro parques recorridos por sectores curvilíneos, no obstante los avatares de este emblemático Nacional Mall sufrirán muchas vicisitudes  durante el medio siglo siguiente .

Mas importante, a mi forma de ver que Downing, es la figura de Olmsted, un personaje típico del progresismo intelectual americano de mediados del siglo XIX, ligado a las experiencias “fourieristas” y muy conocedor de las realizaciones que se venían haciendo al otro lado del Atlantico. Downing fue amigo y mentor de Olmsted y le propuso para trabajar en el Central Park. A la muerte de Downing, Olmsted junto a Calvert Vaux se presentaron en su honor al concurso de diseño del parque y lo ganaron en 1858. Olmsted y Vaux siguieron trabajando juntos hasta 1873 y muchos de los trabajos de Olmsted  están realizados en colaboración con Calvert Vaux. Olmsted fue conocedor de las grandes contradicciones y desigualdades  de la realidad americana, a través de muchos de los viajes que realizó por los Estados Unidos, con distintos encargos, en unos casos como periodista, viajo por el sur de Estados Unidos investigando la practica de la esclavitud que consideró no solo moralmente odiosa, sino además cara  y económicamente ineficaz, en otros, como secretario ejecutivo de la Comisión Sanitaria ayudando a los heridos y enfermos de la Guerra Civil americana o como gerente de minas que le llevo a California. Desde el principio de su vida y mas tarde con una solidez mayor, Olmsted deducirá sus propias convicciones  sobre la función social de la planificación urbana, el bienestar de las personas y la defensa de los territorios, comprometiéndose a lo largo de toda su vida y a todos los niveles, con sus ideas progresistas, en sus actuaciones profesionales y personales.  

Olmsted nació en 1822 en Island (Nueva York) y falleció en 1903 en el Hospital Malean de demencia. Fue arquitecto, paisajista, periodista y botánico. Como proyectista diseñó muchos parques urbanos conocidos, entre ellos el Central Park y el Prospect Park ambos en Nueva York. Otros de sus proyectos fue el sistema de parques públicos y avenidas más viejo de los Estados Unidos: La reserva de las cataratas del Niagara, el Niagara Falls (Nueva York); el Parque Mont- Royal (Montreal); el Emerald Necklage (Boston); el Cherokee Park (Louisville); el Jakson Park, el Washington Park y el Midway Plaisance para la Woorld`s Coklumbian Exposition de Chicago de 1893, entre otros muchos. A modo de curiosidad diré que Olmsted encabezó el movimiento “Free Niagara” junto al artista Frederick Church, libertad para las cataratas del Niagara, para persuadir al estado de Nueva York a fin de comprar sus tierras que eran privadas,  con el objetivo de hacer una reserva natural, objetivo que llegó a ver cumplido.

La profesión periodística de Olmsted le permitió viajar a Europa en 1850, cuando apenas contaba 28 años, con el fin de tomar contacto directo con las nuevas tendencias que ya se manifestaban abiertamente en el mundo occidental europeo, especialmente en Londres. El año 1850 fue especialmente importante en Inglaterra, se encuentra en plena ebullición la Gran Feria Universal que está a punto de inaugurarse en el Hyde Park. Downing también, este mismo año, viajará a Londres aunque separadamente de Olmsted.. Pensemos que Londres en esta época era una ciudad de la que resultaba imposible decir donde terminaba el cielo y donde empezaba la urbe. Londres había crecido a un ritmo del 20% por década, como si no obedeciera a ninguna ley usual de crecimiento. Hacia mediados de siglo, la población ascendía a dos millones y medio de habitantes. Este numero habría bastado para poblar Paris, cinco Vienas  o todo el conjunto de las siguientes ocho grandes ciudades inglesas. Londres era el emblema del milagro económico del siglo XIX. Su riqueza provenía del puerto, el mayor y mas activo del mundo y sus estaciones de ferrocarril “eran mas vastas que las murallas de Babilonia...mas vastas que el templo de Éfeso” (John Ruskin), como decía Dikens “día y noche, las triunfantes locomotoras  rugían a distancia”. Legiones de inmigrantes sin cualificar acudían desde las zonas rurales para ganarse la vida como costureras, criados, carpinteros, peones o recaderos, o bien, si no había mas remedio, como prostitutas, mendigos o pequeños delincuentes. La diferencia entre ricos y pobres era especialmente llamativa, porque las clases medias se habían trasladado a los barrios periféricos. Londres anunciaba el futuro de la sociedad, sus avances científicos y técnicos resonaron en la Exposición Universal de 1851 y alumbraban a todo el mundo occidental..

Olmsted aprovechó su viaje a Londres para visitar muchos de los jardines de la época, en particular se quedó impresionado  por el Birkenhead Park de Joseph Pastón,. El Birkenhead Park lo diseñó Paston en 1843, por cierto que no tenia estudios de arquitectura se había dedicado a la jardinería y había construido invernaderos, en las proximidades de Liverpool. Para muchos historiadores, el Birkenhead Park, es considerado como el primer espacio realizado para uso y disfrute ciudadano y financiado con fondos públicos, para el conjunto de la población. Este parque se convirtió en un referente y su influencia fue muy significativa tanto en la concepción de los parques,  como en las futuras propuestas residenciales denominadas Ciudad-Jardín. Paston fue el autor del famoso y emblemático edificio de la Exposición Universal, denominado por la revista “Punch” como Palacio de Cristal, un edificio de hierro y cristal, a modo de una gran invernadero, en donde se expresaba la idea muy típica de los naturalistas  que no hay separación entre lo externo y lo interno, un matrimonio entre la belleza natural y la seguridad. Olmsted publicó posteriormente, en recuerdo de este viaje, “Paseos y conversaciones de un agricultor americano en Inglaterra”, en 1852.


La promulgación en 1851  de una Park Act  que autoriza la adquisición de una amplia zona de Manhatan  para la creación del Central Park,  permite dotar de cohesión y consistencia programática al Park Movement, al permitir clarificar sus objetivos y vincularlos a grupos e intereses mas amplios. Esta circunstancia hace que el movimiento a favor de los parques urbanos se de difunda por los Estados de la Unión y las mayores ciudades norteamericanas, desarrollándose todo un conjunto de grandes parques: Washington, Chicago, Detroit, Cincinnati, Buffalo y San Francisco entre otras, se apuntan a este movimiento, así como otras ciudades menores e impulsan los denominados Campus Universitarios , entre otros los de Berkeley y Harvard.

El parque deja de entenderse como una mera evasión romántica o poética aislada, ni tampoco juega un papel solamente de contraposición  sin conexiones con las ciudades, dando esa imagen de ser el reverso de la ciudad congestionada, industrial o mercantil. El Park Movement impulsa y mantiene que los parques, los espacios naturales, la naturaleza, debe entrar en la ciudad, como elementos estructurales, orgánicos y de planificación de las mismas, orientando los usos, iniciativas e intereses de los particulares. El Park Movement, tampoco entiende esta iniciativa como un componente de la expansión de las ciudades, como ocurrió en Inglaterra, sino que solicita que tenga responsabilidad en la planificación urbana. El parque urbano en este movimiento no es solo un dispositivo ideológico, sino también técnico en la ordenación y reforma de la ciudad. Junto con los parques, los park-ways (caminos o senderos verdes) son también considerados elementos ordenadores del desarrollo urbano, es decir, se apuesta por crear sistemas continuos, a modo de mallas libres de zonas verdes, enlazadas mediante conexiones lineales (avenidas o paseos que siguen los cursos fluviales...). El Park Movement convierte la cuadricula uniforme interior en un telar de enlaces verdes o libres.

A su vez el tema de los parques, a nivel de escala urbana y territorial,  permitió:

Por unas parte, revalorizar  los asentamientos urbanos, mediante la organización de la residencia en modelos de barrios suburbanos extensivos, que hasta hora habían sido excluidos del control público. A este respecto Olmsted y Vaux realizan en 1869 uno de los primeros suburbios residenciales de iniciativa empresarial Riverside, Illinois,  en las inmediaciones de Chicago. La congestión de las ciudades  y el uso del suelo cada vez mas intensivo y la especulación correspondiente que ello conlleva, permite que en los años posteriores se urbanicen decenas y decenas de hectáreas con barrios residenciales, usando modelos naturalistas orgánicos de este tipo, desgraciadamente bastante uniformes poco creativos. El suburbio de tipo naturalista, se convierte en estos años posteriores,  en una de las opciones preferidas por las clases más acomodadas.

Por otra, a escala territorial, la necesaria coordinación entre las distintas administraciones locales que surge del uso intensivo del territorio y la urbanización acelerada del los hinterlands, cada vez mas independientes de la centralizad tradicional, vinculada sobre todo a las infraestructuras de movilidad, impulsa la creación de instituciones metropolitanas.

En esta misma escala se encuentran, la formulación de los grandes parques naturales protegidos debido al esfuerzo ideológico, político y social del Par Movement, movimiento de defensa a favor de la conservación y  protección de los recursos naturales (parque nacionales). La consolidación del Park Movement, tiene lugar en 1864,  con la cesión al Estado de California del Yosemite Valley y el Mariposa Big Tree Grove y la constitución de la comisión  para el estudio y formulación  de propuestas de organización y gestión  del área territorial  del Estado de California . Entre sus miembros se encontrara Olmsted. El documento que desarrolla esta comisión, será unos de los documentos mas importantes del movimiento conservador, porque en él se afirma el principio de la apropiación pública del patrimonio nacional y su mantenimiento.. Se afectan al dominio público vastas extensiones de territorio para formar parques naturales debidamente organizados y protegidos. Los efectos destructores de la civilización dominante en la época  y el mal uso del territorio ponen de relieve  los fuertes daños causados a la geografía de los Estados Unidos por la rápida colonización de sus tierras. Otra de las fecha que se usan  para considerar el gran éxito e impulso de la formación de los parques naturales  corresponde a la expedición exploratoria  organizada en 1870 en el área de Yellowstone. Otros muchos parque surgirán al amparo  de este precedente, gracias al estimulo de Olmsted.


Tampoco deberíamos olvidarnos de los lazos que tuvieron el Park Movement  con la aparición de algunas experiencias como la que tienen que ver con el movimiento de la City Beautiful. Pero esto lo dejaremos para otro post.

lunes, 23 de febrero de 2015

POR UN URBANISMO COMPRENSIVO. escrito por Vicente Seguí Perez

 Si la urbanística como disciplina,  que ayuda a las personas a organizar y desarrollar la vida en comunidad, es puramente científica y tecnocrática,  no va a ser comprensiva. Ni va a llegar a formar parte de esa comunidad a la que llamamos ciudad, mas bien se sentirá ajena, encerrada en despachos y élites interesadas. En este caso, la única tendencia de esta disciplina será atacar, dominar y acosar  a los habitantes  que son la razón de ser de la misma.

 Sin embargo, cuando el urbanismo posee comprensión de la esencia interna de las ciudades, de la forma de vida y del hacer de sus gentes, surge espontáneamente la simpatía y la cooperación con las personas y con toda la naturaleza y sus seres. La historia de las ciudades en muchos casos, esta compuesta principalmente de hechos y experiencias de hostilidad, venganza y odio, aunque también es cierto, que esto no ha sido así en todos los casos, y muchas personas, escritores, artistas, artesanos, dinamizadores sociales, periodistas u otras muchas personas y profesionales, se han esforzado y han aportado soluciones  y actuaciones  que han respondido a una cultura mas comprensiva  de la ciudad.

 En cualquier caso, todavía no se han secado los ríos de sufrimiento e injusticia  derramados por el hombre en su intento por conquistarlo todo y por dominar a todos los seres. De hecho, cuando miramos hacia atrás, da la impresión que la raza urbana no ha tenido un ápice de compasión, ya que han sido bien crueles sus acciones. Entender el urbanismo como una disciplina comprensiva nos ayudará a salir de los oscuros pasillos en que la cultura de intereses dominantes nos ha introducido, y entrar en la luz del equilibrio, la armonía y la unidad que debe comprender el hacer de la ciudades  para sentirse unas en conjunto con toda la naturaleza.

Muchos de los escritos, que vengo reflejando en este Blog de “Territorios Nuestros”, tienen su razón de ser, al reflexionar sobre estas nuevas formas de hacer urbanismo. Que no son tan nuevas, sino que se alinean, con otras muchas experiencias  e ideas que han estado y están vigentes a lo largo de la historia de esta disciplina, que por cierto es tan larga como la propia existencia del ser humano y que en ningún caso podemos usurpar  o enterrar en el olvido, solo porque la ideología dominante en un momento dado o nuestra ignorancia o falta de curiosidad, así lo demanden.

El Laboratorio de Producción de Herramientas para la Vida que sostiene este Blog y desarrolla otras actividades e investigaciones en esta dirección, agrupa personas de muchos ámbitos que intentan reflexionar sobre estas cuestiones. Es así, como tenemos que entender muchos de los textos que podemos leer en este Blog llamado Territorios Nuestros.

miércoles, 18 de febrero de 2015

SOBRE EL CONOCIMIENTO DE LA URBANÍSTICA: EL EJEMPLO DE BOSTON escrito por Vicente Seguí Perez

 Boston es uno de esos ejemplos, que nos ofrece la historia urbana, de transformación de una ciudad en lo que va desde el periodo en que la ciudad es capaz de convivir con la naturaleza,  al  pleno desarrollo de la civilización industrial, en que la ciudad se vuelve sujeto único, egocéntrico, incluso por encima de sus habitantes.  Desde un primitivo poblado mercantil confortable,  pequeña ciudad inglesa rica, ramificada sobre la península que surge de la desembocadura del Charles River, a convertirse en una metrópoli que alterará la topografía y la geografía  de su bahía y su entorno, debido a la profunda evolución de su base económica y al papel que jugarán sus clases dirigentes, imponiendo el poder de sus intereses.

 Esta transformación,  tuvo lugar, a su vez, al producirse una confrontación en las bases de la cultura urbanística de la época,  que tiene bastante que ver con los cambios y evoluciones de las raíces del pensamiento anglosajón de los siglo XVIII y XIX.

Sobre Boston y los centros menores de la región de Massachussets, gravitaron, durante esta época,   grupos de filósofos y ensayistas  de gran prestigio y de marcada raíz puritana y trascendentalista. No hay que olvidar que Boston fue fundada por miembros de la religión puritana, que conformaron la identidad del pensamiento americano radical progresista, encabezados  por Henry David Thoureau (1817-1862), Ralph Waldo Emerson (1803-1882), Margaret Fuller o Walt Whitman.

H.D.Thoureau, escritor y ensayista, hastiado y agobiado pro el proceso ideológico y de urbanización que empieza imponerse desde algo mas allá de principios del siglo XIX, alza un grito radical de ruptura contra la ciudad mercantilizada, incapaz de convivir con la naturaleza, y a su vez así salvar su propia integridad individual. Este grito de Thoureau, su exilio en los bosques, puso sobre la mesa un conflicto lacerante en el pensamiento urbanístico de la época, que ha estado perenne a los largo de los tiempos en distintas versiones hasta nuestros días, la ciudad como comunidad de ciudadanos capaz de convivir con la naturaleza como algo propio o la ciudad  en donde sus habitantes son meros consumidores y la naturaleza es algo ajeno a la misma.

Sobre este debate, con distintas y múltiples variantes, se han conformado distintos movimientos  que han ido influyendo o luchando en la orientación de la forma y el sentir de las ciudades. La manera de pensar de Thoureau y otros intelectuales y escritores han influido sobre muchos artistas, políticos, dinamizadores sociales y escritores en todo el mundo, por sus ideas sobre la naturaleza, la ecología, el valor del individuo, a favor de la desobediencia civil, el anarquismo humanista o el movimiento “hipy”, incluyendo entre estos a E. Abbey, W. Cather, Marcel Proust, William B. Yeats, Sinclair Lewis, Ernest Hemingway, E. B. White, Lewis Munford, F. Lloyd Wrright,  A. Posey, John Bhurroughs, G. Bernard Shaw, Gandhi, Martin Luther King, o E. Goodman, entre otros muchos.

H. D. Thoureau fue un personaje peculiar, que tomó una posición radical, rechazando la vida en sociedad, defendió la desobediencia civil, fue conservacionista, radical defensor de la tierra como bien común, intensamente espiritual, dedicando una parte de su vida al estudio de los vedas hindúes...llegando a abandonar la ciudad para retirarse a la naturaleza,  construyéndose con sus propias manos una cabaña en unos terrenos cedidos por su amigo R. Waldo Emerson, al lado del lago Walden, de ahí el nombre de su famosa cabaña “Walden”, en las inmediaciones  de Concord ciudad natal de Thoureau.

Emerson por su parte nació en Boston, fue líder del movimiento trascendentalista y pastor unitario, de lo que desistió posteriormente. Hoy día es considerado como el ensayista mas importante de Estados Unidos siendo comparado con Montaigne por H. Bloom. Para Emerson la ciudad es la sede de la comunidad humana, pero la ciudad comercial e industrial que surge con la primera revolución industrial  traiciona esa vocación urbana, de conciliación entre naturaleza y sociedad,  convirtiendo la ciudad en un medio de coacción y de opresión  social, de desigualdad y en fuente de contrastes y luchas.

Las tendencias de la religión unitaria y trascendentalistas conforman la plataforma intelectual  que influye en Boston a lo largo del siglo XVIII y  principios del XIX. A su vez, será en Boston, donde para contrarrestar ese capitalismo urbano  surgido con la primera revolución industrial  surgirán, posteriormente a mediados del XIX y principios del XX,  algunos de los movimientos reformistas mas importante en el ámbito del “Town Planning” (planificación de la ciudad o planificación urbana), movimiento sobre la necesidad de planificar las ciudades debido a los graves problemas surgidos  en la vivienda, la salud y las condiciones de vida,  provocado por el auge del capitalismo industrial que provoco grandes movimientos migratorios de mano de obra desempleada o con bajos salarios. Esta situación condujo a un movimiento reformista por el que se llegó a un acuerdo general, tanto de la opinión pública como de los políticos, sobre las condiciones que debe cumplir un asentamiento urbano digno, dando lugar muchos años mas tarde a las estrategias socioeconómicas de planificación de ciudades y a la concepción metropolitana de los territorios que se extendían alrededor de las grandes ciudades, como fue el caso primero del Gran Londres.

Así mismo surgió uno de los movimientos paisajistas mas interesantes, el denominado Park Movement, el movimiento a favor de los parques urbanos, las avenidas y senderos verdes (park-ways), gracias al esfuerzo teórico y práctico de personalidades como A. Jacckson Downing y F. Law Olmsted que contribuyen a madurar a la opinión pública contra la congestión de los grandes centros urbanos. Para ellos, el paisajismo deja de constituir una mera evasión romántica, ni tampoco lo consideran como una contraposición ajena a la ciudad, sin conexión con ella,  como el reverso de la ciudad industrial. Los representantes del Park Movement, consideran el paisajismo de los parques y similares, como elementos interiores de la ciudad, como partes de si misma, como elementos orgánicos y de organización estructural urbana que sirven para orientar, corregir y modular las iniciativas de los particulares, muchas veces de marcado carácter especulativo. No es tampoco un componente de la expansión de la ciudad, como se manifestó en Inglaterra, sino que se convertirán en instrumentos específicos de la planificación urbana.

Como recorrido histórico, observemos que a comienzos del XIX,  Boston tenia aproximadamente 25.000 habitantes, expandidos por la hermosa península de Shawmut que conforma la Bahia de Bostón o Back Bay, origen de la ciudad, unida al transpais por una delgada lengua de tierra que se conoce con el nombre de “el Neck”, pasando a tener a principios del siglo XX, alrededor de 600.000 habitantes.

La demanda residencial de las clases acomodadas dejó una clara impronta personal en la edificación privada y pública de la ciudad desde principios del XIX, con las elegantes mansiones del West End. Estas edificaciones domesticas interpretadas en gran parte por el arquitecto Charles Bulfinch, que realizó asi mismo el Tontine Crescente de la Franklin Street, corresponden en gran parte a prototipos londinenses. Y constituirán durante algunos decenios una constante de la producción edificatoria mas cualificada y significativa de la ciudad. Charles Bulfinch fue el primer arquitecto profesional de Estadios Unidos, intervino en la construcción del Capitolio de Washington y llevo a cabo el palacio del Estado de Massachussets en Boston. Se hizo famoso por sus elegantes residencias, iglesias y edificios públicos. Falleció en  Boston en 1844.

Pero sin lugar a dudas, la parte mas llamativa de la expansión de Boston a lo largo del siglo XIX, la que va cambiar la configuración de la ciudad y dirigirla hacia un proceso de urbanización expansivo y especulativo, es sin duda el relleno de las grandes superficies de agua de la bahía, para obtener nuevos terrenos susceptibles de urbanización. En total se llegaron a obtener terrenos ganados al mar  de más de 3.000 acres, culminando con el relleno y cubrimiento de la Back Bay, pasada la mitad del siglo XIX..

Cronológicamente en 1805 se abre al trafico el South Boston Brida y se lleva a cabo el primer relleno de la bahía. En 1809 entra en funcionamiento otro puente hacia Cambridge, que viene a añadirse al existente hacia Charlestown, denominado Mill Pond, la pequeña ensenada formada entre ambos puentes, se transforma en terrenos edificables utilizando los materiales excavados en la vecina colina de Bacon Hill. Es en esta época cuando Charles Bulfinch  prepara un plan de parcelación de mallas geométricas y se realizan los rellenos del South Cove donde se construyen muelles de atraque, edificios comerciales y almacenes. En 1814 se aprueba el proyecto de utilización de la Back Bay y de la zona opuesta del Neck. Estos precedentes  de acondicionar los diques del Back Bay  servirán a partir de 1858 como punto de partida para la urbanización del mayor sector del estuario del Charles River. Desde mediados del siglo XIX Boston dispone de siete terminales ferroviarias que corresponden a otras tantas líneas independientes.

Hacia 1880, en que se terminan los rellenos de la Back Bay, Olmsted dará el aspecto definitivo a toda el área de la Back Bay y al sistema de  los parques urbanos. Es en Boston donde se inician las tendencias, que hemos comentado, del Pak Movement. A estos efectos será Olmsted quien asesore  a la Comisión de Parques de la Ciudad de Boston  con indicaciones expresas sobre la formación de una serie de parques urbanos. Olmsted traza un plan propio en el que se enlazan, formando un sistema continuo, el Franklin Park (quizás el ejemplo mas maduro  de Olmsted, detrás del Central Pak), el Arnold Arboretum, el Public Garden, el Common y el nuevo parque de Back Bay Fens.

Frederick Law Olmsted (1822-1903) fue un famoso arquitecto, paisajista, periodista y botánico estadounidense, famoso por diseñar muchos parques urbanos conocidos, incluyendo el el Central Park y el Prospect Park, ambos de Nueva York. Otro de sus proyectos, fue el sistema coordinado de parques públicos y avenidas más viejo del país: la Reserva de las Cataratas del Niagara, en Niagara Falls, Nueva York; el Parque Mont-Royal, Montreal; el Emerald Necklace, en Boston,; el Cherokee Park (además del sistema de avenidas) en Louisville, Kentucky; así como el Jackson Park, el Washington Park y el Midway Plaisance en para la World's Columbian Exposition de Chicago; parte del parque de Detroit Belle Isle; los jardines del Capitolio de los Estados Unidos; y el edificio de George Washington Vanderbilt II, el Biltmore Estate, en Carolina del Norte.


En 1889 Charles Eliot un arquitecto paisajista  antiguo alumno de Olmsted y Sylcester Baxter, periodista y ensayista forman un comité para la salvaguarda y la afectación al uso público de las zonas de mayor interés histórico y natural del área de Boston.. Las dificultades de esta experiencia llevan a Baxter a plantearse por primera vez la creación  del Greater Boston,  en la que propone la creación de una figura nueva administrativa  de carácter metropolitana. Como consecuencia de esta propuesta,  en 1893 se crea la Metropolitan Park Comisión, de la que el propio Baxter se convierte en secretario. A principios del siglo XX el sistema completo de áreas verdes alcanza una extensión de 1.500 acres que comprenden treinta millas a lo largo del río y diez millas de ribera marítima. Estas adquisiciones a lo largo de los siguientes años totalizaran 2.353 acres de parques públicos y 78 millas parkways.

A partir del siglo XX la ciudad, con cerca de 600.000 habitantes  inicia una nueva fase de desarrollo que revelará la capacidad de la nuevas elites bostonianas para afrontar nuevas iniciativas económicas en la región. Llevándose acabo la creación de polos productivos industriales promovidos por un grupo de empresarios reunidos bajo el nombre de Boston Associates. En lo que es la ciudad en si misma se reestructura el centro, se consolidan las relaciones con el traspais y se amplían las posibilidades de asentamiento.

Las experiencias de Baxter  del Metropolitan Park Comisión, le llevan a plantearse  la importancia de llevar a cabo un plan que se atribuya cometidos metropolitanos y de organización territorial, siguiendo el modelo del Gran Londres. Estas ideas de Baxter no llegan a buen termino hasta que en 1909 un grupo de ciudadanos de Boston, formado en gran parte por dirigentes de grandes empresas y funcionarios de entes públicos, organizan un movimiento de opinión al que denominan “Boston  1915” en que plantean la creación de un área metropolitana de Boston.

En 1911 Filene, J. Randolf Coolodge y John Nolen  elaboran un plan a escala metropolitana  y definen los objetivos correspondientes a una descongestión planificada, dentro de la estrategia del “zonning”  y un sistema generalizado de transporte colectivos. A pesar de todas las dificultades y oposiciones  de las ciudades del hinterland, el plan Boston 1915 constituye un importante paso adelante para llegar a entender una  concepción regional metropolitana, con respecto al “town design” que caracterizaba al plan de Burnham para Chicago que se estaba realizando por estas fechas, poniendo sobre la mesa la correlación y diferencias entre  los aspectos físicos morfológicos del planeamiento urbano y del diseño interior representados por el “town design”, con los aspectos mas generarles del equilibrio socioeconómico de un área metropolitana.

Esta breve reseña de la historia urbana de Boston, nos permite comprender  algunas cuestiones que están en el hacer propio de la disciplina urbanística. Primero que el urbanismo responde a una acumulación de experiencias  teóricas y practicas con la suficiente antigüedad y diversidad, para que resulte cuando menos frívolo e ignorante, plantear que es una disciplina sin bases sólidas de conocimiento. Segundo nos permite comparar el desarrollo evolutivo de muchas ciudades, sus distintas etapas y los procesos  de los que adolecen o las carencias mas significativas de las mismas. Tercero a urbanística responde a una lógica de experiencias repetidamente probadas y resulta inútil no conocer las lógicas de las mismas, pues nos permitiría no repetir errores y no recorrer sin mejorar caminos ya superados. Cuarto aprender las variaciones de los modos de hacer culturales de cada región o lugar, con el objetivo que el traslado de las experiencias no sea mimético, sino mas bien sea adaptado a los condicionamientos geográficos y culturales del sitio.


 Boston, en este sentido, es simplemente un ejemplo, que me ha permitido reflexionar sobre algunos mínimos aspectos, de la disciplina urbanística y por tanto, solo es una más de las muchas experiencias a tener en cuenta.

domingo, 15 de febrero de 2015

LA RESIDENCIA EN EL SUELO NO URBANIZABLE: DE UN PROBLEMA A UNA OPORTUNIDAD escrito por Margarita Cervera Lucini

Sirva el título del presente artículo como una llamada de atención a la necesidad de rescatar el tradicional modelo urbanístico en el SNU que, alejado de la concepción tendenciosa de ser un mero  instrumento exclusivo generador de “plusvalías” mediante el ejercicio del “ius aedificandi”, se conciba como instrumento de ordenación e impulso de los procesos sociales y económicos relacionados con el bienestar de la ciudadanía y el respeto del patrimonio natural. Un Urbanismo generador e innovador de nuevas estrategias que sean capaces de dotar a los territorios rurales de responsabilidad social y económica, seguridad jurídica, sostenibilidad, mejora de los servicios, y  protección de los recursos, en el que con excesiva frecuencia se ha vivido y se ha sufrido  “lo mejor y lo peor” del urbanismo “urbanizador” de las grandes ciudades.

             La situación que se está planteando actualmente me lleva a pensar  que no hemos entendido adecuadamente los procesos de desarrollo y ordenación del mundo rural y de sus habitats específicos, queriendo en muchos casos simplemente mimetizar o reproducir torpemente por incapacidad, los instrumentos de planificación y gestión del “mundo urbano de las grandes ciudades” al “espacio rural”.

            Una mirada retrospectiva a la situación actual, nos ofrece una visión en la que la tendencia tradicional española, (reconocida y regulada desde la primera de todas nuestras Leyes del Suelo), de construcción y tenencia de una “casa de campo”, (elemento residencial nacido del análisis propio del espacio rural aunque entendido equivocadamente como “chalet aislado” propio de los modelos de ciudad), se le ha obligado a competir de manera injustificada con el  crecimiento especulativo y desregularizado de la urbanización de las grandes ciudades. Con lo que la tendencia urbanística tradicional de ordenación del suelo no urbanizable ha sido lastrado, llevándonos a la situación actual de incapacidad de encontrar un modelo o diversos modelos de desarrollo sostenible del suelo rustico no protegido.

            Esta realidad, ha determinado en el presente, una compleja coyuntura urbanística que afecta a las numerosas edificaciones aisladas existentes en suelo no urbanizable, que en una gran mayoría, y en ocasiones de forma indiscriminada, se han visto privadas de un justificado reconocimiento legal, lo que supone un grave atentado al principio de seguridad jurídica, entendida como la garantía dada al individuo por el Estado de que su persona, sus bienes y sus derechos no serán violentados o que, si esto último llegara a producirse, le serán asegurados por la sociedad, la protección y reparación de los mismos.

            La incidencia que provoca en las políticas de ordenación territorial la existencia masificada de edificaciones aisladas, cuyo reconocimiento legal ha pasado a convertirse en un problema de gran envergadura; constituye con mucho, el mayor reto presente para las operadores jurídicos y técnicos locales encargadas de la gestión del urbanismo.

            Es hora de transformar la visión actual de la función del urbanismo y recuperar “racionalizando la ordenación” del viejo modelo urbanístico, que en ningún caso pretende convertir o transformar la realidad en otra diferente a la que es, sino que aprovecha la oportunidad que ésta ofrece, para impulsar una ordenación y regulación del territorio rural. Reconduciendo a la legalidad aquellas edificaciones emplazadas en suelo no urbanizable, que se han posibles por no estar en espacios protegidos o no responder a procesos fraudulentos. Convirtiendo esta ordenación y legalización en  fuente de inversiones, que reviertan en la riqueza del medio rural e impulsen la producción de productos de calidad, amplíen mercados en Europa y otros países, fomenten la creación de empresas agroalimentarias y de transformación y modernicen los espacios rurales manteniendo su identidad y sostenibilidad.

            La irreversible demanda de ocupación edificatoria residencial, (que ni pretende, ni necesariamente comporta la transformación del espacio rural en urbano), ha de vincularse y servir de impulso a la aparición, estímulo, fomento y desarrollo de mercados muchos más abiertos en los que la agricultura tradicional, no sólo cumpla su tradicional función productiva de alimentos y materias primas, sino que se diversifique para dar satisfacción a nuevas demandas sociales ligadas a la conservación del medio ambiente y a la economía del ocio en el medio rural, contribuyendo a superar las deficiencias estructurales que limitan las posibilidades de su desarrollo socio económico.   

            Es necesario mejorar la comercialización de los productos agrarios, invertir en competitividad y marketing para ampliar mercados, conseguir certificados de calidad, trabajar  en productos de 4ª gama ofreciendo al usuario producto semi-elaborados, fomentar la agricultura ecológica, apoyar la implantación de nuevos cultivos….. y para ello ha de contar con la financiación suficiente, siendo una de sus posibles fuentes de obtención, las indemnizaciones por los aprovechamientos  de su suelo rural.

            La creciente demanda de nuevas funciones del espacio rural, exige una regulación y ordenación positiva, concreta y real de dicho espacio, (tradicionalmente ocupado con edificaciones diseminadas), y un nuevo estatuto formal y sustantivo de los procedimientos de legalización de las edificaciones existentes en suelo no urbanizable, abandonando ambigüedades o concreciones alejadas de la realidad y que actualmente, no son ni válidas, ni capaces de dar respuesta a las necesidades de los territorios, contemplados; tanto desde su aspecto urbanístico, como desde el modelo económico que actualmente exigen y requieren para su adecuado desarrollo.

            Sería deseable que esa nueva dimensión del Urbanismo marque la actuación de los poderes públicos en el cumplimiento de la obligación que, por mandato constitucional tienen, de garantizar el disfrute de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona (art 45 CE) y favorecer e impulsar la modernización y desarrollo de todos los sectores económicos y, en particular, los de la agricultura, la ganadería, el turismo o  la artesanía, a fin de equiparar el nivel de vida de todos los españoles (art. 130 Carta Magna).
            

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