miércoles, 23 de septiembre de 2015

LA GEOMETRÍA SAGRADA DE LA CIUDAD escrito por Vicente Seguí Pérez




El arquitecto José Seguí alumbró la Revista Geometría hace ya muchos años, en ella  han colaborado muchos otros profesionales como Rosa Barba, Paola Fallini, Angel Isaac, Manuel Sola Morales...etc,. Ello ocurrió cuando su impulso interior recreó la necesidad de entender mucho mas a las ciudades, los territorios y el paisaje. Cuando su obsesión por aprender, que se sigue manteniendo, le llevó a abrirse a un mundo que empezaba ser global, aunque no homogéneo.  La Revista Geometría, que organizó el VII Taller Internacional de Arquitectura, Territorio y Paisaje en Granada los días 11 y 12 de septiembre de 2015, encierra la idea de que la ciudad es una geometría “sagrada”, un archipiélago, mas que un océano, una ciudadela soportada por una Geometría Inteligente Profunda.


Reflexionando con José Seguí, desde su esplendida exposición en el Taller mencionado, podemos decir  que sabíamos que la ciudad era dual, con llenos y vacíos, pero no sabíamos que era lo mismo, o mejor que no era lo mismo, pero formaban parte de lo mismo, del silencio de la ciudad, de la ciudadanía que es la que justifica todo el ensamblaje de formas y paisajes arquitectónicos. La ciudad se mestiza continuamente, mediante una imparable e infinita mutación de formas y relaciones, pero la buena geometría sagrada sustenta y ordena ese caos, de manera que convierte el caos en orden. No es el orden que algunos desean , el orden de sus intereses, sino otro orden surgido de esa geometría profunda que siempre nos sorprende, que no se puede controlar, aunque si observar y difícil comprender.

Como dice José Seguí, no obstante las periferias que están surgiendo y han surgido en nuestras ciudades, no se hacen sin control, sino con ese control dirigido torpe aunque lleno de pertenencias interesadas. Con las periferias aprendemos a saber que es lo que no hay que hacer, se convierten, en el mejor de los casos y para desgracia,  en laboratorios de análisis sociales, nunca sabemos que pasará allí, como vivirá la gente, aunque tenemos idea por experiencia que las cosas no irán bien . Porque de alguna forma en las periferias siempre se niega todo, sobre todo aquello que tienen mas cercano y que seria su solución , el dialogo con la naturaleza, la utilización de la naturaleza , del territorio, de la topografía como elementos de hacer ciudad.

Muchas veces la incapacidad de la arquitectura, radica en esa negación, en la ignorancia de no saber quien produce las ideas, de donde proviene la inteligencia creativa. No es del ego cerrado del arquitecto, ni es de su “yo” personal, sino de una geometría inteligente, que si se sabe acudir a ella, guía el orden mas adecuado. Pero ¿qué sabe el arquitecto de hoy de geometría?¿qué sabe de Euclides? ¿qué sabe de geometría fractal? ¿qué sabe de lo sagrado, de los ciudadanos, de las emociones, o sentimientos ...? seguramente poco. Los arquitectos no se han dado cuenta que ellos no aportan la felicidad, sino que en el mejor de los casos pueden intermediar, si se llenan las manos de barro, y ser felices gracias a esa ciudadanía y geometría que les enseña el camino de la felicidad, pueden ser felices si aprenden a cooperar con esa geometría natural. Es esa geometría natural provinente del fondo de los seres humanaos y de la naturaleza la que hace la ciudad, la ciudad que nos gusta, que nos enamora, que nos da belleza, paz y silencio.

Con Antonio Barrionuevo Ferrer, arquitecto, Profesor de la E.T.S. de Arquitectura de Sevilla, desde 1973 hasta la actualidad en el Departamento de Proyectos Arquitectónicos, pudimos reflexionar con el paisaje como concepto artificial, subjetivo. El paisaje es un hecho negociado, un acuerdo común, en el hay componentes emocionales, es lo que percibimos. Mientras que el territorio, es mas un concepto objetivo, conforma nuestro tablero de juego, no tiene componentes emocionales , tiene un carácter científico y técnico, instrumental. En cualquier caso ambos están necesitados de filosofía, curiosa cuestión a nadie parece serle útil la filosofía pero todos acabamos sacudiendo a ella para comprender, a fin de cuentas somos habitantes de nuestras consecuencias.


También se puso sobre la mesa el tema de la diferencia entre las escalas de trabajo. La ciudad se organiza a través de la geografía, del territorio. Saber en que escala estoy, y como paso de una escala a otra es importante, esa conversión de escalas nos obliga a mentes distintas de análisis. El lugar, la naturaleza, la cultura y el modo de habitar el espacio se convierten en cuestiones básicas de un proyecto. En el caso de un espacio público, que es como la casa de todos, no encontramos limites, no se cierra el debate, esta es la grandeza pero también el fracaso de muchos espacios públicos, querer ser todo. Eso no ocurre con los espacios íntimos, privados. En cualquier caso los proyectos deben hacer el espacio habitable, hasta el campo debe ser habitable, cada uno tendrá sus valores propios, pero es necesario ser realistas. La arquitectura debe conectar con la sociedad solidaria. La Razón es la presencia principal de un proyecto, y el estilo debe quedar sobornado a la Razón.

Antonio Barrionuevo expuso tres proyectos propios para explicar sus ideas: la remodelación, los Jardines de Cristina en Sevilla se han convertido en un jardín poético, un jardín que homenajea a la Generación del 27; el Acondicionamiento de las Riberas del Río Guadalquivir. Margen Izquierda. Tramo: Puente de San Telmo – Puente de los Remedio y el Parque de la Bahia de Cadiz.


Fue una gran sorpresa la intervención de la arquitecta malagueña Lorena Garzaran . Si con Antonio Barrionuevo recordamos  los proyectos de la Coracha y de los alrededores de la Alzaba de Málaga, ambos  llenos de imaginación y en el primer caso demolido en una noche por la alcaldesa Celia Villalobos. Lorena nos trajo  una propuesta colectiva  para los Baños del Carmen, uno de los espacios mas emocionales y románticos que quedan en Málaga. Utilizando en su redacción una metodología de mediación y participación de los vecinos, Asociaciones e interesados, mediante un proceso de negociación. El mantenimiento de su identidad esta en la base de su recuperación . Esta espacio, postal de la ciudad, “es un paraíso entre el mar y la montaña”.

“A quien mira lejos Dios le lleva mas lejos” con esta frase empezó el arquitecto Carlos Hernandez Pezzi su exposición  La ciudad esta siendo hoy fuertemente acosada por la industria masiva turística, la hostelera, el trafico y la desigualdad que genera el paro. La ciudad no es una narración, ni un relato imaginario, ni siquiera una percepción, puede que en el hacer poético sirva , pero sobre todo es algo tangible, como la vida, única razón de ser de la ciudad. Mitigar este stress urbano es el papel de los urbanistas hoy. Es necesario devolver a los centros histéricos su razón de ser, la vida, sacarlos de su histerismo, devolverles la porosidad, su orden, su geometría y sensualidad propia. Esa mirada que Walter Benjamin  reivindicaba en el Paseante. No podemos necrosar, ni musualizar el centro para turistas, como si de un hall o recibidor se tratara, al turista se le pasea por este hall falso, sin vida, que nada sabe de la ciudad real. Ante esta estático fósil debemos oponer la transformación sostenible. La urbanística debe convertirse también en altavoz  que exponga y reivindique estas cuestiones tan actuales.


Con Carlos Hernández, llegamos a la clausura, no sin antes comprometernos todos al próximo Taller Internacional de la Revista Geometría. Allí estaremos.