“Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.”
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.”
El viernes de la mano de Kermit viajamos del Teatro Echegaray a Itaca. A
pesar de toda la modernidad Kavafis no pasa de moda y a todos nos toca recorrer
el camino o los caminos, algunos los hacemos solos, otros acompañados y a este
fuimos invitados por Kermit.
Este grupo malagueño al igual que ocurre con Juanjo Fuentes, o Francisco
Aguilar, o la sala de Jazz del SOHO en c/Vendeja que dirige Sergio u otras
muchas experiencias más forman parte de ese nutrido grupo de creadores que en
distintos ámbitos se están enfrentando a esta crisis con inteligencia,
capacidad de innovación, trabajo y valentía.
Málaga esta llena de emprendedores camino a Itaca, surcando rutas que
por debajo del hastío y la recesión a la que nos están sometiendo no se
resignan y nos dotan de pistas y de experiencias de por donde van las cosas
reales y verdaderas y no ese espejismo masoquista al que estamos siendo
sometidos.
Su propuesta sustentada en una base rítmica espectacular que impulsan un
bajo y un batería, a la que acompañan dos guitarras deseosas de experimentar electrónicamente
los sonidos mas actuales desgranando a su vez acordes de cuando en cuando
neorrománticos, es de una gran valentía y una gran curiosidad por adentrarse
por caminos musicales ciertamente complejos. Logrando poner sobre el escenario
un trabajo prometedor, que nos deja con la pregunta ¿qué vendrá después de
esto? .
Hay quizás excesivo “arte y ensayo”, frialdad y cerebro, aunque suenan
mejor en sitios cerrados, pequeños y agolpados, que en escenarios excesivamente
grandes con un público muy ordenado en butacas. Pero no importa su Apuesta está
ahí y la hicieron acompañados por sus “mitos” literarios y sus vídeos creativos.
Abrieron con Kavafis y siguieron entre otros con Paolo Giordano y sus
Números Primos, Henry Miller y su Trópico de Cáncer, Sánchez Piñol y la Piel
Fría, Mahbaratha, Fernando Sabater, Roberto Bolaños, Antonio Orejado, Cortazar
o Patti Smith en recuerdo de ese Éramos Unos Niños.
La defensa de la educación pública quedó patente en el lema que
expresaba la camiseta del bajo, no estaban tan alejados de la realidad. Salimos
del Echegaray cubiertos por una noche maravillosa a una calle ruidosa y molesta
ajena a la experiencia que habíamos vivido en teatro. El “ruido” de Kermit nos
llena de esperanza y de diálogos sobre lo que están haciendo con esta ciudad,
dejando que ese otro “ruido” ocioso y de bareto malo, destruya las bases de la
convivencia de la ciudad.
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