El rápido cambio que las ciudades han experimentado tiene circunstancias, momentos, en que nos dejan leer sus entrañas fácilmente a través de su realidad: el material de los edificios, los sistemas de transporte, la reubicación de las tiendas, restaurantes, bancos..., los modos de las clases sociales y los profesionales o las rutas de las bicicletas y paseantes. Cuando esta rápida transformación ocurre simultáneamente en varias ciudades con al menos algunas condiciones comparables, se hace visible lo diverso que los resultados espacialmente pueden ser, aún cuando la dinámica subyacente pueda ser bastante similar.
Todo esto viene a cuento, para poder traer a primer plano, aquello que las diferencia, los distintos grados de “apertura”, los distintos grados de capacidad de gobernanza, de flexibilidad y participación social, de interiorización y de añadir valor que tienen las ciudades. Yo prefiero pensar en esto como si fuera el “carácter”, aquello que acaba determinando más de lo que creemos, al ser mas completa o incompleta, más sutil, más solidaria o interconectada y creativa que en otros casos, lo que significa que la ciudad al estar constantemente rehaciéndose, para bien o para mal, dependerá de esta capacidad y de su interrelación para ser más sí misma. Este es el “carácter incompleto” que ha permitido que algunas de las grandes ciudades antiguas del mundo hayan podido sobrevivir a los reinos, los imperios, los estados-nación y las empresas poderosas.
Esta imagen del “carácter” me permite decir, que aunque actores poderosos puedan rehacer la ciudad a su imagen, las ciudades siempre hablaran de nuevo por encima de ellos. Ellos no tiene que estar para que la ciudad evolucione, la ciudad sabe buscar su camino. Tardarán años o puede ser inmediato, pero la ciudad sabrá adaptarse, “triangular” y salir mas fortalecida. Por ejemplo los residentes de Stuttgart protagonizaron protestas en agosto de 2010 para detener la demolición de una parte de su antigua estación de tren y la tala de cientos de arbolés de mas de 200 años de antigüedad, para construir un nuevo centro de alta velocidad. ¿Tuvieron éxito? Si, no pudieron dar marcha atrás a todo lo que las poderosas fuerzas del aburguesamiento pretendían, pero la ciudad supo hablar de nuevo, a través de sus movimientos sociales y conformar su “carácter”.
Son múltiples las formas en que la ciudad contesta, como un código “abierto” urbanístico. La ciudad se realiza a través de una miríada de intervenciones y de cambios pequeños. Cada una de estas pequeñas intervenciones puede no parecer mucho, pero en conjunto dan significado a la noción de lo “incompleto” de las ciudades: su carácter y esta noción brinda a la ciudad su larga vida, con la que durar más que otras entidades más poderosas.