viernes, 8 de junio de 2012

LA BUSQUEDA DE EMPLEO TIENE QUE VER CON LA ACTITUD.


El ser humano es intencional, proactivo, actúa para alcanzar determinadas expectativas. Desde esta perspectiva, conductas como la de buscar un puesto de trabajo se explican desde la intención que una persona tiene de trabajar: buscar es una de las cosas que tiene que hacer para conseguir la meta del empleo: sin búsqueda no hay meta, sin estrategia no hay resultado.



Entendemos la actitud de búsqueda de empleo como la disposición interna y el movimiento consiguiente que lleva a una persona a realizar todo aquello que le acerque a sus objetivos profesionales.

En el ámbito laboral, es muy común no diferenciar, la actitud ante el trabajo con la actitud ante la búsqueda de empleo. Es importante distinguir ambas actitudes. Por experiencia y por conocimiento sabemos que no resulta extraño encontrar personas que presentan una actitud claramente positiva hacia el trabajo (saben en que quieren trabajar y están perfectamente dispuestas a hacerlo) y no obstante muestran al mismo tiempo una actitud negativa hacia la búsqueda de empleo. Esta situación nos puede llamar a engaño, pues son personas que si bien están preparadas adecuadamente para actuar en su ámbito profesional no obstante les resulta desagradable tener que acudir a las empresas a pedir trabajo o ponerse ellos mismos en acción, no se sienten capaces de enfrentarse a tareas como escribir un currículum o llamar por teléfono a una oferta que han visto en prensa y evitan estas situaciones que les producen sentimientos de rechazo y por tanto presentan una clara deficiencia en la búsqueda de empleo, es decir a la hora de poner en valor sus capacidades y experiencias, de resolver el enfrentamiento  ante una tercera persona en la exposición de sus expectativas y recursos propios.

Esta deficiencia hacia la búsqueda de empleo puede llevar consigo en casos extremos a un autentico abandono, acompañado en bastantes casos de situaciones de depresión, ansiedad, perdida de autoestima o a comportamientos adictivos o antisociales, en personas que llevan mucho tiempo en situación de desempleo o que pertenecen a colectivos con especiales dificultades de inserción.

Tenemos que entender  que significa tener actitud, de que hablamos cuando nos referimos a la actitud. Cuando decimos que una persona tiene actitud, que queremos decir con ello. Lo que queremos decir es que esa persona dispone y sabe plantearse estrategias, métodos y objetivos para desarrollar sus metas de búsqueda de empleo, y algo más,  está dispuesta a hacer cosas para conseguirlas. No olvidemos que sin la acción no hay actitud, solo en el mejor de los casos pensamiento y el pensamiento sin la acción es mera elucubración mental sin compromiso. Y esto no es una actitud, sino una mera reflexión mental, condición necesaria pero no suficiente. Desgraciadamente estamos demasiado acostumbrados  a reducir nuestra actitud simplemente a eso, a una reflexión mental, una actitud cerebral en el mejor de los casos, cuando no se convierte en una huida, abandono, espera o dejadez, en las que no existe acción y por tanto no existe experiencia, ni acumulación de conocimiento propio, que es lo que eleva nuestra autoestima y nuestro nivel de acierto.

LA PSICOECONOMÍA ES UN SENTIMIENTO, VOLVERÉ!!!!