El ser humano es intencional,
proactivo, actúa para alcanzar determinadas expectativas. Desde esta
perspectiva, conductas como la de buscar un puesto de trabajo se explican desde
la intención que una persona tiene de trabajar: buscar es una de las cosas que
tiene que hacer para conseguir la meta del empleo: sin búsqueda no hay meta,
sin estrategia no hay resultado.
Entendemos la actitud de búsqueda
de empleo como la disposición interna y el movimiento consiguiente que lleva a
una persona a realizar todo aquello que le acerque a sus objetivos
profesionales.
En el ámbito laboral, es muy
común no diferenciar, la actitud ante el trabajo con la actitud ante la
búsqueda de empleo. Es importante distinguir ambas actitudes. Por experiencia y
por conocimiento sabemos que no resulta extraño encontrar personas que
presentan una actitud claramente positiva hacia el trabajo (saben en que
quieren trabajar y están perfectamente dispuestas a hacerlo) y no obstante muestran
al mismo tiempo una actitud negativa hacia la búsqueda de empleo. Esta
situación nos puede llamar a engaño, pues son personas que si bien están
preparadas adecuadamente para actuar en su ámbito profesional no obstante les
resulta desagradable tener que acudir a las empresas a pedir trabajo o ponerse
ellos mismos en acción, no se sienten capaces de enfrentarse a tareas como
escribir un currículum o llamar por teléfono a una oferta que han visto en
prensa y evitan estas situaciones que les producen sentimientos de rechazo y
por tanto presentan una clara deficiencia en la búsqueda de empleo, es decir a
la hora de poner en valor sus capacidades y experiencias, de resolver el
enfrentamiento ante una tercera persona
en la exposición de sus expectativas y recursos propios.
Esta deficiencia hacia la
búsqueda de empleo puede llevar consigo en casos extremos a un autentico
abandono, acompañado en bastantes casos de situaciones de depresión, ansiedad,
perdida de autoestima o a comportamientos adictivos o antisociales, en personas
que llevan mucho tiempo en situación de desempleo o que pertenecen a colectivos
con especiales dificultades de inserción.
Tenemos que entender que significa tener actitud, de que hablamos
cuando nos referimos a la actitud. Cuando decimos que una persona tiene actitud,
que queremos decir con ello. Lo que queremos decir es que esa persona dispone y
sabe plantearse estrategias, métodos y objetivos para desarrollar sus metas de
búsqueda de empleo, y algo más, está
dispuesta a hacer cosas para conseguirlas. No olvidemos que sin la acción no
hay actitud, solo en el mejor de los casos pensamiento y el pensamiento sin la
acción es mera elucubración mental sin compromiso. Y esto no es una actitud,
sino una mera reflexión mental, condición necesaria pero no suficiente.
Desgraciadamente estamos demasiado acostumbrados a reducir nuestra actitud simplemente a eso,
a una reflexión mental, una actitud cerebral en el mejor de los casos, cuando
no se convierte en una huida, abandono, espera o dejadez, en las que no existe
acción y por tanto no existe experiencia, ni acumulación de conocimiento
propio, que es lo que eleva nuestra autoestima y nuestro nivel de acierto.
LA
PSICOECONOMÍA ES UN SENTIMIENTO, VOLVERÉ!!!!