¿Se puede urbanizar la ciudad con tecnología actual?¿Podemos
crear espacio urbano con tecnología? ¿Podemos construir relaciones sociales y
urbanas con tecnología?¿Debe ser la tecnología ajena y autónoma a las formas sociales y urbanas?¿Nos puede
ayudar la tecnología a “cocrear” estructuras urbanas?. Seguramente estas
preguntas y otras nos permiten hablar sobre que papel cumplen las tecnologías en la formación de los espacios urbanos y
sociales de las ciudades, en la conformación de eso que llamamos ciudades
inteligentes.
Las tecnologías no deben ser elementos autónomos o
semiautónomos reservados al negocio. En muchos sentidos las ciudades tienden a
ser urbanizadas con tecnologías semiautónomas, es decir pocas veces hemos
entendido los avance tecnológicos
generados en redes de infraestructuras
o de comunicación como elementos que conforman los espacios y con los
que podemos coparticipar creativamente (cocrear), no solo limitarnos a
responder , a ser meros consumidores. Somos muy proclives simplemente a responder , a usar lo que nos traen los
avances científicos, y poco dados a
construir con ellos la realidad que deseamos. Nos limitamos a ser consumidores
de la oferta que nos ponen por delante, nos cuesta modificar y mediar con la realidad que consideramos como dada
para crear con ella una nueva realidad. El concepto de realidad dada, de
espacio dado es falso, la realidad la creamos cada día con nuestra participación,
con nuestra capacidad creativa..
Los principales avances en la construcción y en las
infraestructuras han dejado una huella
enorme en el espacio urbano. Los mas visibles han sido entre otros, los fuertes aumentos en la
densidad (la altura de las edificaciones) , los sistemas en red que las nuevas
tecnologías han hecho posible, la organización de la movilidad o la
distribución de la energía. Una mirada mas cercana nos sugiere que estos
avances han tenido que ver con la superación de las rigideces y con los riesgos, especialmente, no nos
engañemos, con aquellos riesgos catalogados por las compañías de seguros. De
este modo la tecnología viene conformando nuestra realidad urbana .
No obstante, tecnólogos, urbanistas y artistas viene
indicando que ya no podemos limitarnos
a que los avances tecnológicos urbanicen la ciudad, sino que tenemos que
comenzar a “urbanizar” la tecnología.. Cuando esto sucede , la ciudad se
convierte en un espacio heurística: el residente “habla” con las
tecnologías y puede hacer que las
avanzadas aplicaciones puedan ser
utilizadas y hacerlas “visibles”.. La
ciudad hace visible la diversidad de las formas espaciales, a través de las
cuales estas aplicaciones tecnológicas
llegan a ser leíbles y escritas incluso por los transeúntes.
No debemos esconder las infraestructuras , estas es mejor
que sean transparentes: en los pisos, en las paradas de autobuses, en las
calles...para que la realidad urbana pueda verse y podamos involucrarnos con ella. Todos nuestros sistemas informáticos
deben ser transparentes, un dominio público compartido.
Tenemos que impulsar el proceso de urbanización de las
tecnologías para fortalecer las
practicas y las iniciativas horizontales. Las principales instituciones tienden
a verticalizar el trabajo urbano..Debemos conseguir que los ciudadanos trabajen con al menos algo de lo que les
resulta útil en las formas que consideren conveniente. Hay que horizontalizar
lo vertical impuesto. Hay mucho que
hacer . Recuperar las ciudades significa conseguir que los espacios de código abierto puedan prosperar. Esto
permitiría que la dirección de las denominadas ciudades inteligentes cambie hacia un modelo distinto que entiendo
es para mejor.