LOS BARRIOS CENTRALES DE LAS CIUDADES NO SON PARQUES TEMÁTICOS

El turismo es una industria, generadora de empleo y de riqueza, interesante y útil cierto, pero también como otras industrias, no es inocua, sino al contrario altamente contaminante. Las ciudades no pueden ser ajenas a ello, debemos evaluar el impacto ambiental y social que la industria del turismo produce en costes públicos y privados en nuestras ciudades. La ciudad, ese capital que durante siglos los ciudadanos han ido produciendo, no es de la industria del turismo, no hay ningún inconveniente en que vean como viven los habitantes de una ciudad, pero es inadmisible que pretendan condicionar sus formas de vida a sus caprichos e intereses, pues entonces además de altamente contaminante será una industria depredadora.

La industria del turismo se ha acostumbrado a que nadie les exija nada, mas bien al contrario ella está forzando marcar las pautas de cómo quieren que sean las ciudades, que usos necesitan, que niveles de ruido desean, como tiene que ser la restauración, el negocio, la diversión, el hábitat, la cultura...de manera que los habitantes se ven obligados a adaptarse a lo que van reclamando cruceristas, touroperators, agencias... etc., con la connivencia de los políticos incapaces de hacer respetar el sentir de sus electores, el valor de las formas de vida, el equilibrio de los mercados o el silencio y el descanso consustanciales con la vida de los habitantes. Nadie le exige nada a la industria turística como si de nuevos caciques se tratara. Después con dinero público nos toca reponer los costes que dicha industria genera.

Los Cascos Históricos no son Parque Temáticos para la diversión, la fiesta, las representaciones religiosas, las manifestaciones o los eventos miles y si lo son, lo que puede ser legitimo si así lo quiere la ciudad, digámoslo y hagámoslo de verdad, nos permitiría sacar mas dinero y gestionarlos mucho mejor. Esta falacia mentirosa solo está generando un desaguisado de enormes proporciones, y no nos engañemos a la industria turística le sacamos poco comparado con lo que ella saca y nos está costando mucho. No se trata de eliminar la industria turística, nada mas alejado, pero sí de saber que queremos y de engañar menos.

Hasta la UNESCO se ha dado cuenta, lo de las Ciudades Patrimonio no ha servido más que para que los turistas campen a sus anchas y estas cada vez estén mas vaciás. Y sin habitantes no hay ciudad, hay Parques Temáticos. Así Venecia es el Parque Temático mas grande de Europa a donde llegan una media de 60.000 turistas día, pues vale, queremos eso y la ciudad plantea sus estrategias para obtener la máxima riqueza de ese negocio, los venecianos saben de que va y lo hacen con un gran éxito.

Pero la ciudad que no quiera ser el “caramelo de chupar y tirar” de los turistas, sino una ciudad, un Barrio Histórico, que deja que los turistas vean como viven, trabajan y descansan sus habitantes, y son estos quienes se acomodan a sus ritmos de vida, tiene también que dejarlo claro, sin trampas. Lo importante de los Cascos Históricos es su habitabilidad, su accesibilidad, los servicios domésticos, su hábitat, su vida y sus oportunidades, después vendrá el patrimonio, el monopolio turístico, incluso la cultura. No se trata de hacer un lifting patrimonial para el marketing. Nos gusta la ciudad habitada, habitable y accesible, y el patrimonio que evidentemente hay que respetar, amar y defender tiene que ser sobre todo habitable en términos contemporáneos. Y no me digan que eso no sabemos hacerlo, costara mas dinero, es posible, pero disponemos de la inteligencia y la creatividad necesaria para llevarlo a efecto.

No nos engañemos, el problema de nuestros Cascos Históricos no es de patrimonio, es que están vacíos, desabitados, cada vez mas, y por tanto están llenos de ruinas, solares y deterioro, no es un problema de aleros, ni de colores. Solo hay una ciudad, el Centro es su corazón, si este esta sano y vivo, la ciudad esta viva, sino la ciudad en su conjunto irá deteriorándose.

(seguiré escribiendo de los barrios centrales)