lunes, 8 de agosto de 2016

TEDDY CRUZ Y EL PROCESO DE CREACIÓN DE CIUDAD POR EL VECINDARIO.escrito por Vicente Seguí Pérez


El arquitecto Teddy Cruz nació en Ciudad de Guatemala en 1962, casi cuando se iniciaba la Guerra Civil en este país centroamericano al que se llamó Conflicto Armado Interno. Ese largo conflicto bélico librado entre 1960 y 1996, que se produjo dentro del marco de la guerra fría entre el bloque capitalista de los Estados Unidos y el bloque comunista de la Unión Soviética, causó un gran impacto en toda el área. En su mismo año de nacimiento se creaba el primer grupo guerrillero del país, el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre.

La carrera del arquitecto Teddy Cruz comienza tras estudiar en la Universidad privada jesuítica Rafael Landivar de Guatemala City, fundada a principios de los 60 del siglo pasado y la Graduate School of Design de la Universidad de Harvard en la se gradúa en 1997, con la apertura de su oficina de Investigación Urbana y Arquitectónica Estudio Teddy Cruz (http://estudioteddycruz.com/ ) en el año 2000 en San Diego, California. Durante los últimos años se ha centrado en la observación, investigación y traducción de las dinámicas urbanas transfronterizas que transgreden la rigidez de los límites migratorios, sociales, económicos y los sistemas de retroadaptación y reciclaje. En la actualidad es profesor de cultura pública y urbanismo en la Universidad de California en San Diego, donde es cofundador del Centro para ecologías urbanas (CUE).

Cruz había aprendido por la experiencia de su vida propia y de su país lo que era la adaptación, no necesitaba que otros le contaran su necesidad, ni que ningún director general de la CIA se lo explicara, ni le contaran lo que era la guerra de Irak u otros conflictos, sabía que mucha gente tenía que adaptarse a circunstancias muy críticas, y sabía bien porqué. Con todo ese conocimiento, Teddy se preguntó desde muy pronto, por qué no él y lo que hacía, la arquitectura y el urbanismo, no debía hacerlo.

Teddy Cruz a partir de la década de 1980, trabaja y vive en esa frontera tan concurrida que sostiene el “paso de inmigrantes”, porque el que transitan más de 70 millones de personas al año. Pero no solo lo hacen personas, también lo transitan casas enteras, puertas de garaje, desechos de construcción, todo tipo de aparatos domésticos, coches y restos de materiales de cualquier tipo, lo que termina definiendo múltiples espacios no reglados, barrios fronterizos, precariedades, modelos de ciudad que marcan la diferencia entre ser y el aspirar a ser.






Cruz, representó a Estados Unidos en la Bienal de Venecia de 2008 que tenía el lema” Ahí fuera: Arquitectura más allá de la construcción”. Su teoría y su obsesión no es solo criticar la crisis de las instituciones y las disciplinas regladas que teorizan sobre los órdenes urbanos, profundamente preocupados por formalizar proyectos en laboratorios, incapaces de idear otra manera de construir las ciudades o de lidiar con los crecimientos urbanos que los que les dan sus reglas legales corporativas, su cruzada también está en aprender del ingenio, la inventiva y la cultura participativa de la ciudad informal. Esto no tiene nada que ver con la tentación de poetizar o embellecer la pobreza, ni de alabar la ciudad especulada o no reglada. Lo que Cruz hace es analizar la capacidad de reacción de una población sin preparación pero con urgencias vitales para resolver sus modos de existencia y su adaptación a los espacios y considerar esa capacidad cultural. Está convencido de que las mejores ideas para el futuro de las ciudades surgirán de los lugares de conflicto, de esos lugares donde las personas han sabido dar respuestas ingeniosas a espacios de tránsito y a territorios límites. Estas cuestiones no se estudian en las Universidades, ni se contemplan en las decisiones gubernamentales.


En el marco que él ha estudiado, en la frontera entre San Isidro, un suburbio de San Diego, y Tijuana, el urbanismo extensivo (el sprawl de Baja California) choca con la densidad de los nuevos poblados fronterizos. En San Diego están algunos de los terrenos más caros del mundo y a pocos kilómetros, a “apenas 20 minutos”, algunos de los asentamientos más pobres de Latinoamérica: la periferia de Tijuana.


Es el flujo físico de inmigrantes lo que fomenta, a su vez, el flujo de residuos y el papel de esos inmigrantes convertidos en autores físicos, e ideológicos, de la transformación de los territorios. El barrio estadounidense y el poblado limítrofe, al otro lado de la frontera, es lo que le interesa. Pedazos de los barrios tradicionales norteamericanos pasan al otro lado de esa frontera para construir otras casas. Los materiales de desecho son reutilizados por obreros que han sido capaces de extraer de ellos otro tipo de arquitectura que aúna supervivencia con creatividad e ingenio con precariedad.

En México, a veces una vivienda sobre otra construye una torre de apartamentos a partir de antiguas residencias unifamiliares. Al otro lado, en California, la ocupación de garajes como viviendas y la precariedad laboral también definen un nuevo tipo de hábitat y vivienda experimental.

Lo que Cruz hace, desde hace cerca de quince años, es cuestionar el papel del arquitecto tradicional en lugares de conflicto (la ausencia o la negación casi siempre) y proponer otras acciones. Para él las mejores ideas para la redefinición del territorio llegan cuando el urbanismo se implica prestando atención a las posibilidades de la ciudad informal a la hora de apuntar caminos para otra manera de urbanizar el mundo.


Son las personas las que construyen a la vez las diferencias y las semejanzas entre los espacios urbanos, es ese oscilar entre semejanzas y diferencias el que caracteriza los mejores espacios, con los cuales el compromiso del urbanista ha consistido en dotar de razón y atracción a los mismos.

Por eso defiende una nueva planificación realizada desde abajo, construida por los propios ciudadanos. En realidad, es el urbanismo más practicado del mundo, el urbanismo que más nos gusta. El que crea estrategias alternativas a lo que está impuesto política y económicamente. Lo informal siempre cumple un papel parecido: dar cabida a lo que no cabe en un mundo pulcramente dibujado y reglado.

Eso es muy visible en Tijuana, donde el 75% de la vivienda es autoconstruida. Sin embargo, también San Diego, al otro lado de la frontera, tiene ciudad informal. De algún modo se ha formado por la llegada del inmigrante, que va alterando los espacios homogéneos de la cultura dominante. En parte obedece a que, aunque no queramos verla, la autoconstrucción es la norma, no la excepción.

Cruz cree que se puede aprender de la manera de hacer de estos espacios informales, de la colaboración profesional en ellos. “Crecí rodeado de una realidad que no he olvidado. Me refiero no solo a la situación política de represión, también a la pobreza extrema”. Lo que le ha llevado a pensar así es, además de su propia vida, la frontera en la que ha elegido vivir. Él es uno de los 300.000 individuos que a diario cruzan la frontera para trabajar a un lado y dormir al otro. Fue ese tráfico de personas y de mercancías lo primero que llamó su atención cuando se trasladó a vivir allí. Observó que con los desechos de San Diego se estaba construyendo Tijuana, por lo menos la zona cercana a la frontera. Había muros levantados con neumáticos, también puertas de los garajes de San Diego resucitadas como fachadas en las viviendas mexicanas. Cruz llama a este collage “urbanización sándwich”.

Es ahí donde Cruz ha crecido profesionalmente, pero también es ahí donde el urbanismo ha encontrado siempre sus mejores aciertos. Ese lugar atípico que en lugar de utilizar el diseño para resolverlo, ha utilizado la colaboración y la participación para dotarse de conocimientos y estrategias urbanísticas. La ciudad solo se fortalece cuando lo informal y lo formal logran entenderse, cuando colaboran entre sí. El urbanismo no niega las repuestas de los ciudadanos a los conflictos. Es posible un urbanismo más inclusivo y permeable en el que cabe la resolución personal del conflicto, la autoconstrucción o los movimientos de personas. Es posible un urbanismo que sustente la producción de ciudad en procesos más colaborativos con la producción del vecindario.

En la actualidad, el futuro de las ciudades depende menos de la construcción y más de la reorganización básica de las relaciones socioeconómicas y de la organización de los recursos y de las opciones. Por ello, necesitamos un replanteamiento urgente del crecimiento urbano actual y de nuestras formas de organización. Tenemos que cuestionar el papel de ese urbanismo incapaz de entender los procesos y los conflictos de los ciudadanos, explorar otras posibilidades más informales que no desreguladas, a la hora de diseñar una nueva manera de organizar los espacios.

martes, 12 de julio de 2016

RECOGIENDO IDEAS DE CARMENA ALCALDESA DE MADRID, SOBRE LAS CIUDADES. escrito por Vicente Segui Perez



Las ciudades progresistas llevan años ganando e incorporando derechos, asumiendo muchas competencias. Llegando a acuerdos, a pactos, a acercamiento con la sociedad, con sus necesidades y demandas, por ejemplo con ACNUR para llevar a cabo un plan de acogidas y con otras muchas entidades y Asociaciones. Esta manera de hacer y participar les permite montar nuevas estructuras, nuevas maneras de organizar los entornos sociales,  servicios de emergencia, instituciones de acogida, mesas de participación…

Es cierto que las ciudades, lo tienen más sencillo que el aparato de un gran Estado, pero esta mayor sencillez, no elude su voluntad de estar con sus ciudadanos/as, de acercarse a ellos y reconocerse ellos. Han acogido a personas que recalaron por vías irregulares, han generado procesos de ayuda a necesitados, han tocado la herida de una sociedad descompuesta y maltratada. Han, en suma, ayudado. Han creado redes, estrategias, plataformas y maneras de ponerse delante de los problemas que el Estado no es que no tenga, es que ni siquiera ha querido.

Pero el movimiento progresista de las ciudades, lleva reclamando pasar del ayudar y. de las funciones, a las competencias. Las ciudades están más cercas de los problemas, cierto, pero también saben mejor estar mejor con los que tienen los problemas.
Y entienden mejor lo que es la cooperación entre los seres humanos y entre los espacios, entre las ciudades y los territorios. Esta cooperación de redes genera conexiones, inquietudes comunes, comunidad, participación. Como ocurre con los presupuestos participativos. Muchas ciudades lo están intentando, unas con honradez otras solo como imagen, Lo ha hecho Madrid, pero podrían organizarse con otras ciudades para proyectos comunes. Lisboa, París y Madrid forman un eje de historia.

Las ciudades pueden acabar con la apatía democrática. Y como dice Ban ki Moon, la apatía es el veneno de la democracia. Las ciudades europeas pueden contrarrestar la falta de movilización. Hace falta un marco de relación entre ellas. Las ciudades capitalizan una manera de vivir la historia. No son ciudades estado, al estilo medieval. Es la superación de un marco formal que sobrepasa a las naciones. Las comunicaciones han acabado con las fronteras, las han destruido, reclaman ser parte de la naturaleza, son naturaleza y reclaman ser colonizadas por ella. Las ciudades se convierten en asentamientos con más posibilidades de que aumente el empoderamiento de los ciudadanos.

Las ciudades también compiten, es cierto, pero es otra forma de competición, es una competición leal, cooperadora, colaborativa. Cada una reconoce o así debe hacerlo sus capacidades para ser y para crecer, por el precio de las rentas, por el talento de los jóvenes, por la competitividad de los salarios, por la sanidad y la salud, por la construcción de naturaleza, la sostenibilidad, la educación y seguridad. Las ciudades saben o deben aprender a hacer valer todas esas cualidades.

 Las ciudades son espacios abiertos. Son espacios de libertad, capaces de reconocer los derechos de tantas partes de la sociedad que históricamente han sido negados, o han sido discutidos. Las ciudades han sabido y saben seguir siendo generosas e integradoras.

¿Como van a negar a su vez que en las ciudades  también se producen  elementos negativos y existe en ellas el cultivo de la violencia?. Desde la violencia de género hasta los fenómenos equivalentes, a los grupos de jóvenes delincuentes organizados. Pero las ciudades saben  educar para la paz. Empezando en las escuelas. En las escuelas los niños/as deben aprender el valor del diálogo y de la mediación y saber resolver sus problemas entre ellos.


Por mucho que se quiera psicotizar a las ciudades, los ciudadanos no renuncian a vivir su ciudad. No he visto esa psicosis en París, ni lo veo en Madrid o Bilbao, pese a nuestra experiencia de terrorismo. Las ciudades malamente renuncian a la idea de vivir. Y son menos susceptibles de lo que parecen desde fuera

 Las ciudades son las dueñas del cambio, de la actitud ante la vida, de la cercanía y del aprecio hacia la mejora de los entornos. Las ciudades queremos más flores, más verde, más árboles, más bosques, más naturaleza, más igualdad, más equilibrio  y justicia

miércoles, 8 de junio de 2016

(III y ultima parte) ¿ES DIFICIL SANAR LA "HERIDA" DEL MODELO URBANO DE MARBELLA PRODUCIDA POR EL "APAGÓN DEMOCRÁTICO DEL "GILISMO"? . Escrito por Vicente Segui


El mundo contemporáneo, esta lleno  de bondades pero también esta lleno de “cubos de basura”, de “sinsentidos” como he dicho ¿Dónde está la semilla del progreso urbano que reivindicamos?. Porqué reivindicamos un modelo distinto, mas igualitario, mas justo, mas transparente, mas participativo. Este modelo distinto que reivindicamos está en la dilación y la difamación, o en los derechos y responsabilidades de la sociedad que crea la ciudad. Está solo en sus formas y proyectos por muy arrogantes que sean, o está en las maneras en que se organice la vida y actividades de las  personas. ¿Es decir nos interesan los proyecto y acciones inconexas, emblemáticas, o apostamos por proyectos urbanísticos, por proyectos que organicen ciudad, que construyan estructuras urbanas eficientes?.

No todos los modelos urbanos sirven para mejorar la justicia social, la igualdad y la libertad. Claro que el error urbano es parte de la vida de una ciudad, pero por eso los urbanistas somos “·curadores”, somos artesanos,  no somos siempre científicos en el sentido que lo considera la ciencia,  creemos en las posibilidades de erradicación del sufrimiento. Porque redefinir un modelo urbano “maltratado” no es una cuestión de forma(estética), ni de capacidad económica (economía) sino de reconocer que existe una sociedad con la que se puede colaborar moldeando un proyecto fundamentado en la ocupación de la ciudad como bien público.

¿Es difícil de sanar la “herida” de Marbella?

Ya he respondido a esta pregunta, sobre la alta dificultad que entraña encontrar ese nuevo modelo “sano” que sea capaz de ser “inclusivo” con muchos de los problemas o preguntas que la ciudad nos pone hoy sobre la mesa.

Las ciudades atraviesan la vida recibiendo golpes, y debemos darnos cuenta que el problema nunca es el golpe, aunque es evidente que los hay mayores y menores, lo importante es la capacidad de respuesta o la respuesta en si que la ciudad lleva a cabo  en la mejora de su modelo para salir mejor del “golpe”.

Claro que me interesan las “formas” de este modelo, las formas sistémicas del modelo o el proyecto urbanístico del mismo es esencial,  por cierto no tiene que tener una única forma, pero si tiene que ser capaz de dar respuestas a los retos nuevos que la ciudad tiene, eso es lo que me interesa del proyecto, que sea capaz de ser “sistemico” que sea capaz de organizar ciudad. Estos retos del modelo habrá que formularlos con claridad, sobre: turismo, participación, transparencia, movilidad, limpieza, planificación, educación, sanidad, empleo....etc.

Pero hay algo en lo que me gustaría incidir hoy, que ya he repetido, y que para mi es la clave actual para el progreso de las ciudades y territorios, el fomento de la cultura de la organización. Las ciudades avanzan y se transforman a un ritmo endiablado, y nuestra capacidad de organización no puede deambular a ritmo de caracol, cuando no va en el sentido del cangrejo (con importantes regresiones) o se inmoviliza durante años como el anclaje de un mejillón. Las ciudades son artefactos tan complicados que para conducirlas  o nos quedamos parados por temor a no saberlas liderar o las conducimos de forma lenta, con luces cortas y obsesionados en observar solo con el retrovisor o en algunos casos sufrimos un golpe que a veces puede ser “traumático”.

Esta cultura de la organización que debemos impulsar,  engloba ideas que tienen que ver con la creación y dinamización de equipos,  con el liderazgo, con la capacidad de iniciativa y de cooperación, de talento desde una perspectiva pública y privada, con la articulación de redes, con la sensibilización de impulsar los cambios que la sociedad desea, con respondernos a la pregunta si somos capaces de hacer mejor organización, mas colaborativa y empática, con la inteligencia colectiva, con el papel de los cargos, los técnicos, los empleados en general, con la transparencia, la participación y el dialogo, con los métodos de inclusión de necesidades y la valoración de los espacios relacionados con el empleo y la producción o distribución económica, con el equilibrio entre la microgestión y la gestión estratégica, con querer preguntarnos ¿Qué cambio de organización del modelo queremos? ¿De qué intensidad? ¿En cuanto tiempo? ¿Con qué recursos?...¿Qué alianza estamos dispuestos a establecer con la ciudadanía, con las empresas...?...

Y en este contexto, quisiera ahondar en una idea mas, no todas las causas que han dañado el modelo que ha heredado hoy Marbella generan los mismos efectos en todos los sitios, ni la mismas causas producen los mismos efectos. En la manera de lo posible debemos huir  del determinismo o del mimetismo. Cada ciudad tiene su modelo único construido con las respuestas que da a sus retos propios. Cada ciudad tiene su propio modelo urbano.

Por ultimo, además debemos preguntarnos:  ¿antes del supuesto problema que heredó Marbella, que factores tenia el modelo previo  para protegerse  de lo que vino después?, y cuando vino el problema ¿el modelo como respondió y como cambió?, y tras el problema ¿que factores debemos cambiar para que el modelo pueda responder con mas acierto a ese  y otros nuevos problemas venideros?..

Por eso os digo, que el modelo urbano es un tricotar continuo,  es falso el axioma de que existe un modelo ideal, es una artesanía de día a día. Debemos asumir y definir que líneas estratégicas queremos desarrollar  para que la ciudad “navegue bien” y este “acuerdo de responsabilidad urbana” debe sustentarse sobre la participación de los ciudadanos.


La tarea pendiente es urgente, y políticamente difícil. Necesitamos cambiar a fondo muchas cuestiones, incluso cambiarles el nombre, porque como dice Bernardo Ycenga, el “régimen jurídico y económico del suelo importa, pero la ciudad importa mucho más”

(II) parte de la anterior entrada. Escrito por Vicente Segui

Desde esta experiencia, desde el análisis de sus historias, de las preguntas que nos hagamos, podremos saber en que falló el “modelo” y en qué no puede volver a “fallar”, porque si no comprendemos el “trauma”  y nos dejamos arrastrar por la inercia, nos costará mucho más ponernos a “flote”. Y el reto esta ahí. Porque no se trata de recetarios, ni de medicalizar la ciudad, no hay una pastilla concreta, se trata de poner respuestas a las preguntas, poner recursos, profesionales adecuados, equipos coordinados,  gestionar intangibles, organizar estructuras, a veces la mejor respuesta proviene del modo de “escuchar al paciente”, poner sobre la mesa “programas” , hacer Dafos que nos construyan puentes para llegar a las respuestas, hacer “estrategias” para ver hasta que punto somos capaces de desbloquear esas respuestas “tangibles” que se han convertido en corazas tan nuestras que nos impiden observar que la ciudad también puede ser otra cosa. Del mismo modo que existe una gestión de lo tangible, también existe una gestión de lo intangible, una gestión de la organización, de las respuestas que damos a la preguntas, del modo que construimos redes o interactuamos, y que además podemos y debemos experimentar y evaluar.

Los problemas de nuestras ciudades y territorios hoy son de organización en todos los sentidos, de ayudar a resolver los “sinsentidos” que nos rodean, la basura que nos hiede, los muros y cortapisas que ponemos consciente e inconscientemente a la libertad como condición irrenunciable de la persona. Es la organización y sus derivados la que hoy nos impide progresar adecuadamente.

Lo que quiero decir, es que el conflicto urbano contemporaneo, que se impregna en nuestra noción de identidad, no puede ser “mirado”, ni desenredado, ni por tanto, estructurado, organizado, liderado o impulsado de una manera distinta, sino es reconocido social y políticamente, este no reconocimiento genera profundas crisis e ineficiencias en nuestras ciudades. Y eso que la noción de identidad, verdadera y única no existe, como no existe el modelo perfecto, “Nadie es perfecto” como diría Billy Wilder en “Con faldas y a lo loco”, sabia ironía. Claro que la Ley nos determina, nos dota de una identidad colectiva, pero necesitamos una “voluntad de ser” ciudad, voluntad de articular, interactuar con el dialogo, con evaluaciones a nuestros programas y correcciones de esos programas  en lo que no nos sirven.

Porque lo que nos estamos planteando en esta mesa es, que queremos un nuevo desarrollo, queremos retomar un nuevo modelo, tras una agonía traumática. Y para esto, lo que os estoy diciendo, es que hay que aceptar el trauma y reconocerlo,  que no la culpabilidad. Aunque el no jugar a culpabilidades no quiere decir que no existan errores, irresponsabilidades, incluso culpas sociales. Lo cierto es que el modelo urbano surgido de la época del gilismo ha dejado muy malversada a la ciudad. Que ha sufrido un proceso de “inflamación urbana”, de descrédito. Esto le ocurre siempre a aquellas ciudades que entran con mucha rapidez  y poca conciencia en un “hecho traumático”  y diluyen sus significados y modelos colectivos banalmente.

No es, por tanto, un efecto de las modas, que hoy debatamos sobre el modelo en términos estructurales y organizativos, es una necesidad imperiosa, si queremos responder al imperativo de “dar sentido” al goce urbano que deseamos para Marbella..

Es verdad, que una ciudad no puede curarse de todo, los modelos urbanos no son perfectos, pero también es verdad que si no se hace nada, uno  no se cura de nada, y si hace algo, a veces mejora un poco, aunque no siempre. Esto es lo que nos planteamos hoy ¿qué es ese algo que igual nos permite mejorar un poco, vencer prejuicios inútiles, “navegar por el torrente urbano” con mas “sabiduría “, definir con mas acierto el modelo urbano, de manera  que acerque a Marbella a una mayor felicidad, en términos de igualdad, justicia y sostenibilidad?. A algunas de estas cosas he querido responder con esta breve ponencia.

Muchas personas, tenemos la impresión que Marbella, ha sido “maltratada y golpeada”, y si la abandonamos  en este proceso, si no la ayudamos adecuadamente a reconocer su capacidad propia e independiente para salir fortalecida de su catarsis, puede que se repita este comportamiento, que suele ocurrir en mas del 40% de los casos. La manera en que respondamos al “trauma” determina nuestra superación. Algunas ciudades han sido masacradas y convertidas en delincuentes y las personas han sido marginadas  y aisladas. Hannah Arendt podría contarnos mucho sobre estas cosas, ella supo pensar contra ella misma, coger perspectiva y analizar la manera de salir de ese “mal” que nos impregna y golpea duramente a veces.


La ciudad muchas veces no es mas que la naturaleza a la que se enfrenta, y esta naturaleza no es a veces solo de carácter físico formal o jurídico, aun cuando muchas veces descarguemos excesivamente sobre estas cuestiones la culpabilidad, lo que no quiere decir que no tengan nada que ver. Pero en lo que quiero poner el acento es que la naturaleza a la que se enfrenta la ciudad contemporánea es la naturaleza psíquica de sus colectivos, la formulación de su modelo urbano político, la sumisión cortoplacista  al maltrato. Es decir, que orden y organización queremos dar al sentido urbano de nuestras ciudades.

¿ES DIFÍCIL DE SANAR LA “HERIDA” DEL MODELO URBANO DE MARBELLA PRODUCIDA POR EL “APAGON DEMOCRATICO” DEL “GILISMO”? (I) escrito por Vicente Segui


(Ponencia presentada en Marbella en unas jornadas dedicadas al "Apagón Democrático" del "Gilismo" los dias 25 al 27 de mayo 2016 organizadas por Jorge Lemos)).


Soy economista y urbanista, aunque cada vez mas me siento un terapeuta urbano. No soy como veis arquitecto, por eso no os hablaré tanto de formas, aunque quedaros siempre con la idea  que la ciudad es como una pantalla de libertad donde se manifiestan muchas formas, pero no todos los relatos formales son buenos para conseguir unas ciudades y una vida urbana mejores, sin desigualdades forzadas, socialmente productivas y medioambientalmente idóneas, y es desde esta posición desde la que quiero contaros algunas cosas sobre los modelos urbanos y de estos, en relación a Marbella.

Pasados los años, que no son tantos,  la pregunta que me planteo y os planteo, es ¿cómo ha sido “depurado”  el modelo urbano de Marbella, creado por eso que  denominamos el “apagón democrático”  del “gilismo”?. ¿Ha sido entendido como un trauma que necesita de una cierta catarsis?  O solo, se ha entendido como un acontecimiento más, como cualquier otra variación de cambio de gobierno.

Visto desde fuera no estoy muy seguro, si es que Marbella se siente “volviendo a la vida” después de un “trauma”, desde una posición de “resilencia”,  o  para Marbella la época gilista  no ha supuesto ninguna herida, y por tanto, no tiene nada que resteñar y ni nada que “reformar”. ¿Qué tenemos que cambiar del modelo si aceptamos que todo fue normal?, ¿ Que tenemos que cambiar, si pensamos que solo hubo algunos errores jurídicos no bien articulados, pero en ningún caso los entendemos como fallos del modelo social y urbano propuesto por el gilismo?.

De alguna forma el “gilismo” ha quedado como una cierta “banalidad”, parece como si la sociedad no hubiera participado en su modelo. Pero lo cierto es que ese modelo existió y se ha impregnado en el ADN de Marbella y en muchos mas sitios de este país, maneras de hacer, que han dejado una enorme hipoteca que lastra el presente con decisiones del pasado reciente. Y arreglar esto no es ni de lejos una tarea fácil.

Tiene su interés saber en que punto “como colectivo” estamos, porque igual todavía no somos conscientes si realmente Marbella tiene alguna “herida “ en términos urbanos. ¿Tiene Marbella algo más que analizar que su red de convenios interesados o los acuerdos entre promotores y el Ayuntamiento para llevar a efecto exageradas ordenaciones que les permitieran consolidar activos personales y empresariales? ¿Hay algo que la haga estructuralmente diferente a cualquier otra ciudad que haya sufrido la presión  y manipulación de promotores, que no sea la infinidad de argumentos jurídicos o económicos? o dicho de otra manera, ¿tiene alguna “herida” abierta significativa,  en su contemporaneidad pendiente de “resteñar”?, porque si es así, habrá que  “tocar la herida” y aprender a “navegar por ese torrente” que supuso el gilismo. Porque estas historias, sea cual sea el resultado que nos traigan, nos deben dejar lecciones, porque no todas la ciudades se han comportado de la misma manera cuando se han planteado sus problemas de gestión y diseño desde lo publico. Ha habido ciudades que han desarrollado actuaciones, grandes incluso, que han sido bien llevadas, alcanzando el grado de  modélicas , sin producir efectos negativos.


Desde esta experiencia, desde el análisis de sus historias, de las preguntas que nos hagamos, podremos saber en que falló el “modelo” y en qué no puede volver a “fallar”, porque si no comprendemos el “trauma”  y nos dejamos arrastrar por la inercia, nos costará mucho más ponernos a “flote”. Y el reto esta ahí. Porque no se trata de recetarios, ni de medicalizar la ciudad, no hay una pastilla concreta, se trata de poner respuestas a las preguntas, poner recursos, profesionales adecuados, equipos coordinados,  gestionar intangibles, organizar estructuras, a veces la mejor respuesta proviene del modo de “escuchar al paciente”, poner sobre la mesa “programas” , hacer Dafos que nos construyan puentes para llegar a las respuestas, hacer “estrategias” para ver hasta que punto somos capaces de desbloquear esas respuestas “tangibles” que se han convertido en corazas tan nuestras que nos impiden observar que la ciudad también puede ser otra cosa. Del mismo modo que existe una gestión de lo tangible, también existe una gestión de lo intangible, una gestión de la organización, de las respuestas que damos a la preguntas, del modo que construimos redes o interactuamos, y que además podemos y debemos experimentar y evaluar.


Los problemas de nuestras ciudades y territorios hoy son de organización en todos los sentidos, de ayudar a resolver los “sinsentidos” que nos rodean, la basura que nos hiede, los muros y cortapisas que ponemos consciente e inconscientemente a la libertad como condición irrenunciable de la persona. Es la organización y sus derivados la que hoy nos impide progresar adecuadamente.

lunes, 28 de marzo de 2016

“La sofisticación de la ciudad”. (Sex and City) escrito por Eduardo Rojas Moyano Dr. Arquitecto

La serie está basada en la vida de cuatro mujeres, con una protagonista principal, Carrie. El hecho que se desenvuelva en New York queda íntimamente ligado a la vida de estas mujeres, la ciudad y su arquitectura como escenario.

 En cuanto al título de la serie, el sexo se ubica en un primer plano, un cebo para el televidente que despertará su curiosidad en el universo del deseo, unido al nombre de New York, que es la ciudad que despierta más interés y pasión. Sin embargo la estructura de la serie encierra códigos sociales y escenarios arquitectónicos que identifican al sujeto contemporáneo con cada episodio. La serie cuenta la vida intima y personal de estas amigas rodeadas de espacios de escalas diferentes y paisajes urbanos singulares generalmente sofisticados.

Extraemos por un lado la historia humana del grupo y dentro de ella, la mujer como símbolo de liberación de prejuicios sexuales, los sentimientos, el amor y desamor. Excelente reivindicación del género femenino en la forma de organizar sus vidas respecto a viejas estructuras sociales que se mantienen en otros lugares no muy lejanos de la ciudad de Nueva York, dentro del mismo país.


En otro orden, la mítica ciudad se mueve frente a la cámara como un manto sofisticado y extravagante donde la cultura de masas se mezcla con el lujo, el arte, la moda, la escala de los objetos - rascacielos incluidos - la cultura, la marginalidad social, el paisaje urbano y natural, los límites, los símbolos, el poder del capital y el consumo. Este encuentro entre personajes y ciudad tiene un carácter explosivo cuando pone de relevancia una “cultura” que mirada desde el otro lado del océano aparece como un símbolo del capitalismo en el espectáculo de la vida. New York no es un modelo de ciudad, es una ciudad irrepetible, no por su grandiosidad solamente sino por su identidad. Nadie supo escribir como Jean Baudrillard en su libro “América1”, haciendo hincapié en la estructura del sueño americano : 1 “America – Jean Baudrillard – pag 130. Verso Books; Edición: Reprint (1 de septiembre de 2010)

jueves, 17 de marzo de 2016

¿QUIEN FUE HIPODAMO DE MILETO? escrito por Vicente Seguí Perez




Hipódamo o Hipodamos,  nació en  Mileto, alrededor del año 498 antes de Cristo y vivió hasta los 90 años, falleciendo en 408 a.c. Vivió por tanto,  durante el siglo V a.c., en los albores de la época clásica de la  Antigua Grecia. Su padre se llamaba Eurifonte.

                                              Fue un arquitecto griego, planificador urbanista, matemático, meteorólogo y filosofo. Se le considera el "padre" del planeamiento urbanístico. Su nombre dio lugar a que los esquemas de ciudades en retícula se les denomine “plan hipodámico”. De ahí que llamemos plan hipodámico, trazado hipodámico o trazado en damero, al tipo de planeamiento urbanístico que organiza una ciudad mediante el diseño de sus sus calles en ángulo recto, creando  manzanas (cuadras) rectangulares.  Las ciudades que utilizan un plano urbano octogonal o equirectangular tienen una morfología urbana perfectamente distinguible en su trazado viario. Este tipo de planeamiento tiene la ventaja de que su parcelación es más fácil por la regularidad de la forma de sus manzanas.

Pese a esta simplicidad aparente, este tipo de plan presenta algunos inconvenientes, pues prolonga la longitud de los trayectos. Para evitarlo se puede completar con calles diagonales. Para aumentar la visibilidad en los cruces de las calles estrechas, se pueden diseñar edificaciones con chaflanes. Aunque no es un trazado adecuado en ciudades de abrupta topografía, ni para pueblos  o villas pequeñas, ha sido utilizado como modelo extendido a muchos casos, sin embargo, la fuerte pendiente de las calles debido a la topografía como en el caso de San Francisco (un ejemplo de los más conocidos), es un inconveniente, aunque en este caso, constituye, precisamente, uno de los encantos de esta ciudad, pero su utilización en otros muchos casos ha generado grandes desastres.

Hipodamo representa la antigua escuela jónica, un orden arquitectónico canónigo que intentó  poner armonía, unidad y orden, en el supuesto caos y desorden en que se movían los postulados de belleza y de organización social y urbana hasta entonces. Primaba y buscaba  la idea de perfección, de orden, de seguridad, y  lujo. La idea de la planificación  como sueño y utopía de perfección  siempre ha estado latente  en la historia del urbanismo.  El manual de Vitrubio De Architectura, escrito en el siglo I a. C., fue el único legado escrito sobre, estas normas de composición de la arquitectura en la Antigüedad.. Se encontró en el siglo XV y acabó por convertirse en un manual imprescindible en el campo de la la arquitectura y de los órdenes clásicos.

Aristóteles describió a Hipodamo de Mileto, como un ser original en todos los aspectos y como alguien que deseaba ser un erudito en todas las ciencias de la naturaleza, un ser cuya sabiduría le llevaba a pretender erigirse en demiurgo de su sociedad.  Aristóteles lo definió como "... un hombre extraño, cuyo afán de distinción le hizo llevar una vida excéntrica"... Estas dos palabras de Aristóteles  han perseguido muchas veces  a los urbanistas, seres extraños, extranjeros, foráneos, forasteros, desconocidos, advenedizos, un tanto fuera de la realidad, raros, ajenos, extravagantes, que llevan una vida  excéntrica, fuera del centro, fuera de una norma que la sociedad valora como común.

Hipodamo no fue sólo arquitecto, fue un verdadero teórico del  hábitat urbano. Fue él quien planeó el trazado urbanístico de El Pireo (puerto de Atenas), probablemente en la época de Pericles. También él fue el arquitecto responsable de la colonia de Turios, en la península itálica, en el 443 a.c. fue una ciudad de la Magna Grecia, situada en el  Golfo de Tarento, a corta distancia de  Sibaris. Está emplazada en la comuna de Terranova da Sibaris, en la Provincia de Cosenza, en la región de Calabria en Italia. Fue el primer arquitecto griego en concebir un planeamiento urbano y la estructura de una ciudad a partir de un punto de vista que privilegiaba la funcionalidad. En 408 a.c., Hipodamo supervisó la construcción de la nueva ciudad de Rodas.


Hipodamo fue el introductor de un planeamiento urbano apoyado en calles anchas que se cruzaban en ángulos rectos. Propuso la organización de la polis según relaciones numéricas, en busca de la simetría. La lógica, la claridad y la simplicidad primaban en sus diseños. Resulta imposible no relacionar el concepto arquitectónico de Hipodamo con el pensamiento de su época: el plano en forma de damero refleja las divisiones lógicas y matemáticas con las cuales los filósofos/arquitectos del siglo V a.c. buscaban reflejar la sociedad ideal.


Fue el encargado de llevar a cabo, hacia el 479 a.c., el plan director de reconstrucción de la ciudad de Mileto, que había sido tomada, saqueada y destruida por los persas en el 494 a.c.  La ciudad de Mileto se convirtió en el ejemplo básico de las ciudades romanas (la urbs o urbe). Herederas directas de este modelo de ciudades griegas. De esta forma y gradualmente e ininterrumpidamente las ciudades romanas  fueron rompiendo con el modelo anterior, que respondía  a un modelo orgánico, donde las casas se iban añadiendo una tras otra al núcleo original existente. La aparición de este nuevo modelo de damero, es a lo que llamamos urbanismo, un modelo que resultó de gran utilidad  para la fundación de colonias, ciudades de origen militar o de extensiones nuevas de ciudades existentes. Las viejas ciudades sostenían los lugares públicos, donde se reunía usualmente el pueblo y donde se divertía.

miércoles, 2 de marzo de 2016

RETOS DE LA ASOCIACVION DE URBANISMO TEATINOS (V).escrito por Vicente Seguí Pérez




La Asociación se plantea dos retos genéricos :

1.- Construir una estructura organizativa, representada en esta Asociación, capaz de impulsar los objetivos que se proponen,  dirigiendo la proa a suscribir convenios y acuerdos de colaboración con la Universidad y  otras Entidades publicas y privadas para conformar un Espacio de estudio, practica, formación e investigación sobre urbanismo, ordenación del territorio y sostenibilidad social, creando una red que impulse la formación, la practica, la teoría y la investigación de los objetivos de la Asociación.

2.- Dotarse de una organización sencilla y flexible, muy participativa, que utilice los medios telemáticos como formas de relacionarse interna y externamente, para que, de una manera bien pensada, podamos ir uniendo investigación, estudio, formación, debate, practica, divulgación, y articulación jurídico- administrativa que avale el urbanismo como disciplina crucial para el conocimiento y desarrollo justo e igualitario de las  ciudades y territorios.

La Asociación desea redundar el Urbanismo como comunión de voluntades interesadas en la practica del que hacer  y del ser urbano y territorial, de manera que siga siendo capaz de mediar y participar  en la construcción conjunta de la ciudad y los espacios naturales y paisajísticos.


RECUPERAR Y REFUNDAR EL URBANISMO (IV) escrito por Vicente Seguí Pérez



El vaivén político, legislativo y reflexivo que en los últimos diez años mantiene el urbanismo, es el que ha impulsado la constitución de  la Asociación,  darse cuenta de que estos debates y vaivenes, normalmente de marcado carácter interno, usurpados mayoritariamente  a los profesionales y ciudadanos, necesitan florecer hacia el exterior, hacia la sociedad y hacia la mejora de la practica  del Urbanismo.

Por ello se considera que es necesario articular algo más los debates, fluir socialmente, desburocratizar el lenguaje urbanístico, hacer a los habitantes más participes  de su realidad urbana, impulsar la necesaria racionalización y eficacia de una disciplina que socialmente se reclama como básica para la vida de las personas y de los territorios.

La Asociación  es consciente de que hoy el urbanismo  ha perdido gran parte de su potencial social; de que carece de un adecuado asentamiento en su credibilidad y en sus postulados como garantía  para una acertada resolución de los problemas que la nueva sociedad surgida en este siglo exige a las ciudades y a las formas de vida, tanto en su economía, como en su movilidad, en sus hábitats, en sus relaciones diversas, en sus normas  y estructuras jurídicas y administrativas, etc. Se precisa que el urbanismo vuelva a colocarse en el tablero de trabajo de las necesidades básicas sociales, políticas, económicas o investigadoras.

Las sociedades contemporáneas no pueden dejar de lado los retos de la urbanización a los que se enfrentan para vivir con más bienestar, sostenibilidad e igualdad. Los efectos de las paulatinas crisis socioeconomicas han generado una crisis urbana en toda regla que ha agudizado  la descomposición  del pensamiento urbano e introducido la especulación y corrupción como sistema de hacer ciudad, por lo que hoy se  reclama mayor participación y transparencia en la toma de decisiones, y en la administración y gobierno de la ciudades.

 No es una cuestión de nostalgia, sino de recomposición de lo que forma el acerbo del conocimiento histórico del urbanismo  y de lo que le da su razón de ser: cooperar y colaborar en la organización de las formas colectivas de la vida y actividades de las personas.


OBJETIVOS DE LA ASOCIACIÓN DE URBANISMO TEATINOS (III) escrito por Vicente Seguí Pérez



 Son objetivos genéricos de la Asociación, el debate y la reflexión sobre el urbanismo, la ordenación del territorio, el medio ambiente, el paisaje, la participación, las estrategias urbanas, el desarrollo de la afectividad y la implantación de redes inteligentes solidarias etc, siempre desde la perspectiva interdisciplinar.

Poder dialogar sobre la ciudad desde cualquier disciplina, entendida no sólo en términos académicos sino en el de “mostrar interés” , de querer participar del conocimiento que nos aporta la ciudad y el territorio. Este objetivo central sostiene elementos y matices variados y múltiples, que han enriquecido e incorporado aspectos como la administración del territorio, la arquitectura jurídica, la sostenibilidad, el lenguaje  del quehacer urbano, la economía urbana, las formas en la ciudad, la recuperación histórica de la disciplina del urbanismo, la geografía, la gestión y la practica del urbanismo, el territorio, la psicología social etc...

Igualmente, se plantea como objetivo difundir periódicamente las reflexiones que vayan haciéndose de forma habitual en las sesiones del Foro Teatinos. Para lo cual intentaremos recopilar ordenadamente los debates o los temas, sin más finalidad que darlas a conocer y exponerlas al público por si fueran de interés. Y ello aunque no contengan conclusiones, sino solo interrogantes, reflexiones o dudas sin resolver.


El apoyo a la función pública del urbanismo se conforma como uno de los objetivos básicos de la misma; pero este apoyo no puede ser ajeno a que entendamos que la función publica debe sustentarse sobre las estructuras civiles que conforma la sociedad, a la cual sirve esta función pública. Para ello debemos impulsar los canales de participación y de responsabilidad técnica y jurídica del ejercicio profesional, tanto de los/as trabajadores/as, de las administraciones públicas, como de las empresas, y de la ciudadanía en general,  frente a  otras maneras de organización y de poderes cuyos intereses limitan la innovación y el emprendimiento, así como,  la justa y equitativa distribución de los recursos y de las opciones.


Asimismo, otro interés de la Asociación será la organización de eventos de debate público (mesas, jornadas, etc.), reivindicaciones, recursos, escritos o propuestas ante las entidades competentes o ante la sociedad para llamar la atención general sobre asuntos con trascendencia urbanística y medioambiental. 

VOCACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE URBANISMO TEATINOS (II) escrito por Vicente Seguí Pérez


La vocación de la Asociación de Urbanismo Teatinos, es amplia, interesarse por todos los aspectos que la ciudad, los territorios y el paisaje nos demandan como hechos  disciplinarios, vitales y de organización. Sus redes aunque ligadas  en algún aspecto a la Universidad, se extienden a cualquier profesional o persona que lo desee y sobre todo, a la sociedad que sustenta las relaciones  y  la vida de las ciudades y territorios. Por ello, aunque ligada a la Universidad, no debe entenderse como una agrupación universitaria, sino que estará abierta a cualquiera que comparta la preocupación por las materias que traen causa, aunque no tenga titulo profesional

A este respecto  la Asociación tiene el deseo y el animo de impulsar cuantas relaciones y convenios considere con la Universidad, así como con otras Administraciones Públicas, empresas privadas, profesionales y otras entidades públicas y privadas cuyos intereses puedan coincidir.

El Foro origen de la Asociación sigue existiendo como tal, así lo hemos diseñado y acordadote manera que la Asociación colaborará estrechamente con el Foro, haciéndose siempre eco de sus opiniones, debates y reflexiones. Por tanto, no todas las personas que asisten al  Foro tienen que pertenecer necesariamente a la Asociación. Ambas  entidades mantendrán una cierta identidad propia dentro de un profundo hermanamiento. 

La Asociación tiene entre sus fines colaborar con el Foro en su buena marcha, así como participar e impulsar cuantos debates y reflexiones aporte. La colaboración entre ambas entidades se entiende necesaria  y de gran utilidad para el cumplimiento de los objetivos relacionados con el ámbito propio de ambos.

Es importante que el Foro Teatinos mantenga su vitalidad  y su vida activa, no solo por tradición sentimental, que también, sino porque un “foro” es un sitio dispuesto para hablar, escuchar y debatir –que es lo que en él se ha venido haciendo hasta ahora–, y es lo que debe  seguir siendo, lo que es fundamental, sin perjuicio de que lo que se debata, aclare, contradiga, o proponga, pueda darse a conocer. El Foro alimenta a la Asociación con sus debates, la Asociación nos permite disponer de una entidad jurídica con la que desarrollar actividades, dotarnos de bancos de documentación, tutorizar la practica urbanística, participar socialmente e impulsar acciones colaborativas o reivindicativas, todo ello dentro del ámbito de sus fines.


viernes, 19 de febrero de 2016

El NACIMIENTO DE LA ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS URBANOS Y TERRITORIALES “TEATINOS” (I) escrito por Vicente Seguí Perez



Un buen día entre finales de enero y principios de febrero de este año 2016, un conjunto de personas aglutinadas alrededor del denominado Foro Teatinos crearon la Asociación de Estudios Urbanos y Territoriales “Teatinos”. Esta Asociación nació, por tanto, sobre la base producida por la continuada reflexión llevada a cabo en el Foro Teatinos por sus miembros durante más de ocho años.

El nombre de Teatinos proviene de una supuesta leyenda de que fueron monjes teatinos los primeros que ocuparon esta zona en la que hoy se sitúa el barrio o distrito malagueño de la Universidad, donde se ubica la Facultad de Derecho que acogió inicialmente dicho foro de urbanismo.

Estos monjes teatinos, que debieron confundirse con otros pues no existe un vestigio real de los mismos, corresponden a la denominada orden de clérigos regulares cuyos miembros son comúnmente conocidos como teatinos, vulgo theatinorum, orden religiosa formada por clérigos que profesan los votos de la vida religiosa. Las derivaciones de la vida y la historia nos han traído este rocambolesco mestizaje tan antagónico, la Universidad como representante de una mentalidad libre, científica y laica y estos adalides de la inquisición y el antireformismo que fueron los clérigos teatinos. Esta orden fue fundada en Roma en 1524 y su nombre proviene de la ciudad italiana Chieti, de donde era obispo Juan Pedro Caraza, uno de los fundadores de la orden. Chieti, se pronuncia Quieti, y se sitúa en la región de Abruzos (Italia), en el Valle de Pescara, a cuyos habitantes se les llama chietinios o teatinos. Su origen es griego, fue la capital de la tribu de los marrucinos con el nombre de Teate. La leyenda dice que fue fundada en el año 1181 antes de Cristo por el homérico héroe griego Aquiles y fue denominada así en honor a su madre Tetis. 

No se desea que esta Asociación de Urbanismo “Teatinos” siga el ejemplo de estos clérigos, aunque nunca debe olvidar que estas mentalidades antireformistas existen y no suelen ser muy pacificas. Mas bien es de desear que se impregne de los valores de libertad, justicia e igualdad, que se debe entender sustenta el termino de universidad, como sistema de creación de cultura científica y humanística. Este concepto de universidad de parte la Asociación, es un campus, pero no un recinto. Es una comunidad, un gremio de derechos legales colectivos, que enarbola la bandera de la libertad y la independencia, abierta a cualquier ciudadano interesado por la ciudad y los territorios

En este sentido, el Foro así como la Asociación, ha sido y es, un lugar, un campus de encuentro y comunidad de profesionales y de personas interesadas por el hecho urbano y el urbanismo, desde una perspectiva multidisciplinar y ciudadana. 

Con el paso del tiempo, el Foro fue madurando e incorporando a sus debates, múltiples aspectos relacionados con la ordenación del territorio, el medio ambiente, las relaciones económico-sociales privadas y publicas, o la participación y las maneras en que se desarrollan los hábitats y actividades de las personas.

Desde su creación, las reuniones mensuales mantenidas, han ido creando una conciencia de colectivo que han desembocado en un deseo, que sus reflexiones, no sólo permanezcan en un ámbito interno, sino que se extiendan hacia el exterior, al conjunto de la ciudadanía y a las propias Administraciones implicadas. 

La Ciudad debe articularse de forma participativa y democrática, y entiende que el actual estado de cosas, en lo que tiene que ver con los hechos urbanos, (exceso de regulación, complejidad normativa, confusión, falta de transparencia, corrupción teórica y económica, menoscabo de la participación en la toma de decisiones, o primacía de los intereses de algunos grupos económicos sobre los intereses sociales y generales, entre otras muchas cuestiones) debe ser corregido y mejorado.

Es esta conciencia de colectivo, unida a la voluntad de incidir y coincidir con la realidad social y mejorar la teoría y practica del urbanismo, la que ha dado origen a la constitución de esta ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS URBANÍSTICOS Y TERRITORIALES “TEATINOS”, con los objetivos y fines que figuran en sus estatutos.