Asistí el lunes 5 de octubre de
2015 a la tesis doctoral de la
arquitecta malagueña Lorena Garceran, denominada “Propuesta de Recuperación del Parque
Balneario Ntra. Sra. Del Carmen”, en la Escuela de Arquitectura de Sevilla,
dirigida por el profesor de proyectos Antonio Barrionuevo.
Cuando llegamos llovía a mares, al
poco dejo de llover y la mañana se levantó llena de alegría y sol. En un
pequeño salón, coqueto y bien dispuesto nos reunimos muchos malagueños y
algunos sevillanos, doctoranda a un lado y jurado al otro. Ella alta, espigada,
bien dispuesta a expresar académicamente su esfuerzo, el resto atentos y
expectantes.
Alguien dijo que el acierto de
esta tesis es el objeto elegido y la utilización de la participación
ciudadana como método de investigación
y marco sostenible de las políticas
urbanas. Es cierto, el enclave reúne
todo aquello que configura un acierto de elección: emoción, historia,
arqueología, naturaleza, decadencia, recuerdo, patrimonio, reivindicación, una
sociedad desaparecida pero cuyo corazón
late todavía y mar y montaña y
roquedal...y tantas cosas, que a algunos les parece que no tienen que ver con
la ciudad actual, pero que se equivocan, la ciudad “real” vibra en la
venas del Balneario. Es cierto
que lleno de placas de grasa saturadas, en algunas casos venas ya secas,
cerradas , pero que han sabido superar hasta hoy todos los ictus, abriendo
nuevos caminos por donde la sangre fluya hacia el corazón de la ciudad. Pocas
piezas urbanas han sufrido las agresiones del Balneario de los Baños del
Carmen, se le ha querido convertir , en puerto deportivo, complejo
hotelero, parque urbano, espacio de industria hostelera, y sobre todo convertir un patrimonio público
en objeto de especulación, usurpándolo a la colectividad. Desgraciadamente todo
esto esta pendiente, porque la historia “negra” de lo Baños sigue meciendo la
cuna.
Conocer la historia de este
espacio, es conocer los continuos ataques que ha sufrido para ser destruido por
parte del mercado. Los restos de una cantera, en el cerro de San Telmo, la
construcción de un puerto para la cantera
y los aportes producidos, genera
unas playas y roquedales llamadas Playas de San Telmo y unas
salinas de aguas marinas encerradas
como lagunas. A partir de 1919, la burguesía malagueña , mediante una
concesión de 1,82 e. al año (¡que
barbaridad!) cierra un recinto para su entretenimiento al que denomina Balneario,
de moda en toda Europa. Daniel Rubio en 1933 diseñara ese clásico y romántico restaurante que actualmente nos emociona. Allí veremos renacer las
verbenas y las fiestas sociales, los inicios del turismo, del tenis, de los
camping urbanos y el turismo de masas.
La reivindicación ciudadana
consigue abrir este espacio
entre1978-80. El Balneario siempre fue un recinto cerrado y exclusivo, a
partir de esta fecha será un recinto acotado. Ser un recinto acotado no es ser
un recinto cerrado. El Balneario debe seguir siendo un recinto acotado,
en el que la presión del mercado reconozca que este espacio debe estar libre de
los intereses privados. Pero ello, no obvia, que el espacio Balneario influya
en la manera de entender y alumbrar muchas de soluciones que a la ciudad le son
necesarias, sobre todo a su entorno. El Balneario no puede quedar marginado de
la ordenación del trafico, del paseo marítimo, de los terrenos colindantes, de
la comunicación con las urbanizaciones colindantes, del paisaje arbolado y
forestal de todo el ecosistema circundante, de la comunicación con la barriada
colindante, de la solución de Astilleros Nereo....La esencia del Balneario
debe influir en el modo de entender muchas cuestiones, incluido el modo de
dialogar con el mar, con el recreo y esparcimiento, con el uso de las
playas....
Los PGOU de 1997 y 2011 han sido
brutalmente agresivos con el Balneario. De nada ha servido la reivindicación de
los vecinos /as . El PE de la Gerencia de Urbanismo, asi como sus
modificaciones no pensaron en otra cosa mas que en convertirlo en “objeto de
deseo”, nunca optaron por devolver a
este espacio su esencia e identidad, el valor del territorio y su paisaje. No
existen soluciones parciales para este lugar, mágico, frágil y nihilista. El
espacio del Balneario de los Baños del Carmen responde a la herencia histórica
y social de otro modo de aproximarse a la ciudad, al mar, al ocio y sobre todo
a la conciencia y sentimiento de
urbanidad. (seguirá)