martes, 26 de agosto de 2014

LAS CIUDADES MAS IGUALITARIAS SON MAS RICAS

Durante las ultimas tres décadas, casi todos los que importaban en el mundo del urbanismo han estado de acuerdo en que en que redistribuir las ciudades, aumentando las ayudas y las mejoras a los barrios mas pobres a costa de los barrios ricos era perjudicial para el crecimiento económico y urbano de nuestras ciudades.

No obstante muchos progresistas lo consideraban un sacrifico que valía la pena , de manera que valía la pena pagar un cierto precio en forma de PIB mas bajo si esto ayudaba a mejorar la vida de los ciudadanos mas necesitados. Los conservadores esto lo tenían y lo tienen mas claro la mejor manera de mejorar el crecimiento del bienestar de las ciudades es que la marea les llegue a todos, no hace falta ningún incentivo a la redistribución urbana, ni económica.

Pero ahora todos tenemos mas pruebas, respaldadas por estudios e instituciones que respaldan un nuevo punto de vista, no hay ninguna compensación entre igualdad e ineficiencia.. Es cierto que las economías de mercado necesitan una cierta desigualdad para funcionar. Pero hoy  la desigualdad de nuestras ciudades y territorios se ha vuelto tan extrema o mejor va aumentando a tal calibre que esta causando un gran daño a nuestras ciudades y al bienestar de las mismas. Por lo que podemos afirmar, sin error a equivocarnos. que la redistribución en lugar de reducir  aumenta las tasas sanas de los crecimientos urbanos. Esto no es ninguna ilusión o fantasía , la desigualdad constituye un lastre para ese crecimiento sano que la ciudad necesita y para mejorar la buena economía.. A estas alturas no hay motivo para creer, mas bien al contrario  que confortar al los acomodados y afligir  a los afligidos  sea bueno para el orden adecuado de nuestras ciudades.

Tenemos datos para poder afirmar con seguridad que niveles altos de desigualdad social, económica y urbana se relacionan no con un crecimiento del bienestar más rápido  sino mas lento, especulativo y confuso, mientras niveles bajos de desigualdad se relacionan con crecimiento mas elevados y duraderos.

Las desigualdades urbanas privan a muchas personas y empresas de la oportunidad de sacarles el máximo partido a sus posibilidades. La injusticia no solo es ineficaz sino que es cara, se traduce en desaprovechamiento de los recursos urbanos. Podemos enriquecer nuestras ciudades reduciendo ese desaprovechamiento de los recursos que no solo son  económicos y urbanos sino también de gestión de nuestras administraciones..


¿Lograra esta visión de la desigualdad cambiar nuestro debate urbanístico? Así debería ser. Si nuestras ciudades son más justas  y están mejor gestionadas serán mas ricas. Adiós a la riqueza de arriba a abajo, digamos hola a la filtración de la riqueza de abajo a arriba.