Los Baños del Carmen llevan muchos años siendo reivindicados. Un
patrimonio del estado con cerca de 7.000 m2, que los vecinos de Málaga desean
reflotar, devolverle su uso público, recuperar su postal y su historia. El
encanto de ser una de las imágenes mas reconocidas y queridas por todos: su
romanticismo y melancolía marítima no deja duda en las fotos continuadas de los
recién casados o en el uso que los ciudadanos de cualquier edad vienen añorando
y soñando en este espacio urbano.
La alarma provocada en los
últimos días, una vez mas por el posible intento de dejarlo en manos privadas,
los concesionarios, curiosamente cuando ya a penas quedan 6 años para que
finalice dicha concesión ha vuelto a hacer saltar todas las reivindicaciones.
¿Porqué tantas prisas? “Si no hay dinero nos aguantamos, se adecenta esto un
poco, se ponen de acuerdo con Costas, limpian esto de cañas, blanquean o
barren". Mas claro el deseo vecinal imposible. Las reivindicaciones de
estos igualmente son plausibles y nada costosas o demagógicas:
1.- Mantener el expediente de rescate de la concesión para que la
propiedad del estado pase a gestión pública.
2.- Rehabilitar y adecentar los jardines
3.- Mantener el pedregal marítimo y la playa.
4.-Hacer un paseo que una los Baños del Carmen y Pedregalejo
respetando los astilleros Nereo si así se aprueba
5.- Construir recintos deportivos descubiertos
6.- Rehabilitar el restaurante y dotarlo de usos colectivos.
Es cierto que vivimos una época de crisis y que los Ayuntamientos
desean vender activos e invitar al sector privado a que haga la inversión que ellos ya no pueden seguir
haciendo. Pero esto debe tener su razón de ser y un “pelotazo” no es una razón
de ser, ni una inversión de futuro.
Necesitamos cambiar para avanzar esto es cierto, pero no para
perder garantías urbanas. El espacio libre del que estamos hablando proviene de
la sociedad industrial de finales del XIX y principios del XX. Ha pasado toda
esa época y la postindustrial y vive actualmente un cambio de paradigma apoyado en conceptos como democracia,
libertad, derechos humanos, cuidado del medio ambiente, competencia,
productividad, globalización...ello nos obliga a ajustes estructurales,
innovación, conocimiento y objetivos claros en nuestros nuevos proyectos
urbanos . Es una tristeza que uno de los espacios mas emblemáticos de la ciudad
se pierda en “operaciones inmobiliarias mal pensadas”. Ya nos ocurrió con la
Coracha Terrestre, se demolió y hoy cuando vemos las postales no sabemos como
fue posible. ¿Cuál fue su argumento para demoler?.
Los Baños del Carmen es una oportunidad para la inteligencia en
esta época de crisis. Para que el proyecto ilumine más allá del mero espacio y
dote de soluciones paisajísticas a otros espacios del alrededor que tan
necesitados están de nuevos atractivos de futuro: salud, educación,
entretenimiento, deporte, turismo...todas estas son actividades generadoras de
empleo y de futuro. Muchas de estas direcciones son interesantes inversiones privadas
o públicas atractivas para los
capitales pero en ningún caso se entenderán como más de lo mismo. En estos
momentos tenemos que tener muy claro que queremos hacer sino lo sabemos hagamos
concursos, pero ni un error más.