martes, 21 de abril de 2015

VIVA LA CALLE escrito por Vicente Segui Perez



Los días 16 y 17 de Abril de 2015, en el Observatorio de Medio Ambiente Urbano  de Málaga (OMAU), se celebraron unas jornadas  sobre la recuperación de la ciudad antigua y las Políticas Urbanas Europeas, a través de sus Programas Operativos  FEDER 2007-2013 y la Red de Iniciativas Urbanas RIU. Como todo lo que hace el OMAU esta lleno de sugerencias y de buen hacer,  realizado con un esfuerzo encomiable por un equipo de buenos profesionales coordinados por Pedro Marín, director del Observatorio.

Evidentemente hay cosas que me interesaron mas, y otras menos, pero esto no es importante, forma parte de la selección de cosas que hacemos en un momento determinado. No obstante, hay dos ponencias que me gustaría destacar, sin menospreciar al resto, la de Cordelia Polinna miembro del Consejo Académico para la Estrategia de Berlín 2030 que trató sobre “La estrategia de Berlín 2030 y el enfoque integrado del desarrollo urbano de la ciudad” y la de Marta Domínguez Pérez, profesora de sociología urbana en la Universidad Complutense de Madrid que trató sobre “El factor cultural en los procesos de regeneración urbana. El caso de King´s Cross en Londres”. Se vieron otros casos interesentes referentes a Málaga, Pamplona, Bolonia, Grenoble o Barcelona pero todo no da tiempo a comentarlo...

Del caso expuesto por Cordelia Polinna, me interesó el modelo de creación de oficinas para la gestión, participación y desarrollo de piezas urbanas de alrededor de 5.000 habitantes, proyectos pequeños para fortalecer las economías locales, alrededor de zonas verdes de calidad, juegos infantiles, guarderías, planificación y asesoramiento. Es el denominado “Self Made City”: cada espacio tiene un talento especial que hay que desarrollar. Cada ciudad tiene que tener claro donde quiere estar para el 2030, sabiendo que todo no lo puede financiar, ¿cómo va a involucrar a los distintos organismo en estos procesos?, ¿qué objetivos a largo plazo va a tener en cuenta?¿qué procesos de sostenibilidad quiere poner en marcha?.

Hoy sabemos que los procesos de regeneración, son políticas de gobernanza  multinivel e interdisciplinares. Los habitantes toman parte en el proceso de decisión, no por capricho, sino porque, tenemos claro, que sin modelo de participación no hay procesos de regeneración urbana. Las actuales dificultades de financiación de las entidades locales, nos obligan a que ya no se pueda desarrollar las ciudades mediante “la inundación de inversiones” y a reconocer que los modelos de acupuntura participada seleccionan mas adecuadamente y mas eficientemente las inversiones que otros modelos mas burocráticos . De lo que se trata sobre todo es de cambiar la sociología de los barrios. Hoy día entre el diseño y la gestión del mismo existe mucha separación. El fin de los procesos de regeneración son los usuarios, no la apariencia de las cosas ¿pero que usuarios tenemos?. Hay que poner en el corazón del diseño a los usuarios, para mejorar la eficiencia y el uso de los espacios urbanos, es lo que se denomina codiseño. En estos procesos de regeneración, los elementos endógenos juegan un papel importante, debemos experimentar con estos elementos endógenos, diferenciando con mucha flexibilidad los proyectos a corto y largo plazo en todos sus términos.

En el caso de Marta Domínguez Pérez, algunos conceptos fueron similares, aunque con otros matices. Así también consideró  que la regeneración urbana es un proceso multinivel y complejo, en lo que lo físico no es lo importante, sino su repercusión en las personas, en la estructura social del barrio. Muchos proyectos están guiados por la cultura elitista y la mera apariencia, ¿pero para quién es esta cultura?. Una pregunta clave, ¿es inevitable que la regeneración vaya unida a la gentrificación y expulsión de las poblaciones autóctonas?, ella apuesta porque no, la cuestión está en no olvidarnos durante el proceso de los fines de la regeneración, ¿queremos cohesión social o competitividad?. El barrio es sobre todo un lugar de encuentro, un lugar donde se habla, un lugar donde se negocia el conflicto, un lugar donde las tres patas: sociedad civil, entes privados y entes públicos aprenden a colaborar. En los procesos de regeneración tenemos que aprender a responder cuestiones esenciales: ¿para quién hacemos estos procesos?, ¿a quienes interesan?, ¿qué papel va a jugar el Ayuntamiento?, ¿qué modelo urbano queremos?, ¿cómo vamos a gestionar en áreas degradadas? ¿son solo los centros antiguos las áreas degradadas? ¿regeneramos los centros solo para los turistas?¿cómo vamos a trabajar con el comercio tradicional?, ¿queremos diversidad de viviendas o no? ¿es la gentrificación inevitable?¿cómo escuchamos a los vecinos?.....

De todas estas cuestiones, surge en estas jornadas una reflexión, han pasado muchos años, desde 1989 en que se inician los primeros Proyectos Pilotos Urbanos (PPU), antecedentes de Urban (1994), como herramientas de políticas urbanas impulsadas por la Comisión Europea para recuperar barrios degradados, innovando metodologías y desarrollando  acciones de intervención física y urbanística, ambientales, de apoyo económico y de cohesión social. La pregunta que nos hacemos es ¿hemos cubierto los objetivos que pretendía la Comisión Europea?. En muchos casos las políticas urbanas de regeneración no han sido otra cosa que mera propaganda turística para atraer visitantes, simple apariencia. Durante el proceso se han perdido los objetivos de la regeneración social y ha pasado un poco como con las actuaciones urbanas antipobreza desarrolladas por el Banco Mundial que han acabado siendo políticas urbanas para desplazar a los pobres. Necesitamos evaluar o reflexionar sobre lo realizado, para saber en que nos hemos equivocado y corregir. A fin de cuentas no hay políticas de regeneración sin integración  de actuaciones urbanísticas, ambientales, económicas, sociales, de movilidad y de eficiencia energética. Tenemos que valorizar y evaluar las actuaciones emprendidas. Potenciar las metodologías de participación  como elementos estructurales y decisorios de la regeneración, desarrollar sistemas de indicadores que faciliten el seguimiento de las acciones  y nos permita contrastar y evaluar los objetivos propuestos con lo realmente alcanzado. Y hay que implicar al sector privado en la recuperación junto a los sectores público, esta colaboración público-privada es importante.

Se adjuntan enlaces de los Blogs de Cordelia Polinna y de Marta Domínguez Pérez, así como del OMAU