La informática
"urbana", el uso de la información y las comunicaciones, se han
convertido en elementos claves para
gestionar y planificar con mayor eficacia las ciudades y para entender mejor las necesidades de las
grandes aglomeraciones metropolitanas,
sus desafíos y oportunidades. Muchos aspectos de la gestión de la ciudad se
basan en el conocimiento y el uso inteligente de los datos existentes en los
servicios actuales, cuya eficiencia podemos mejorar considerablemente con el
mejor uso de las tecnologías de la comunicación.
Hasta ahora, la mayor parte
de la actividad en la informática urbana entra en esta categoría de la gestión
informática de datos existentes, y ello con mejor o peor acierto y con más o
menos desarrollo, pero siempre con excesiva lentitud y poco impulso.
Casi la mitad de las aplicaciones que evaluamos tienen acceso, en el mejor de los casos, a los
servicios existentes a través de Webs, SMS,
teléfonos inteligentes, o quioscos electrónicos, en el peor todavía esto
es un futurible. Estas tecnologías pueden ayudar a una ciudad a que sus
transacciones sean más rápidas, a desarrollar mejoras en los servicios
existentes, y a potenciar la coordinación entre los planificadores de la ciudad
y las organizaciones “urbanas” que prestan los servicios. Estas aplicaciones
han sido desarrolladas por muchas ciudades
con distinto grado de incidencia
y de acierto. Un ejemplo, por su fortaleza en una sociedad tan compleja, es el de Mumbai (antigua Bombay, la ciudad
mas grande de la India, capital del estado de Maharastra, con 17 millones de
habitantes), que ofrece en su portal distintos servicios de solicitud de
licencias, certificados de nacimiento y defunción, o capacidad de hacer pagos de impuestos a través de una
“ventanilla única”, lo que permite reducir colas y tiempos de un 25 a un 50 por ciento.
.
En algunos casos, la creación de nuevas técnicas ha permitido el desarrollo de
nuevos servicios. La ciudad de Beijing (capital de la Republica Popular China
con 11 millones de habitantes), inició su andadura con la administración de
unas tarjetas municipales para la mejora de las comunicaciones mediante un pase
de tránsito de trenes subterráneos y autobuses. La tarjeta posteriormente fue
adaptada para permitir el pago de taxis, actualmente la ciudad está estudiando
ampliar su utilización para estacionamientos y carreteras de peaje. Su uso
además no se limita a los servicios públicos: la tarjeta también se acepta en
salas de cine selectas, restaurantes, gimnasios y supermercados.Los datos generados por estos servicios
pueden también optimizar la prestación de los servicios y mejorar la
coordinación entre distintas agencias y servicios.
En otros
casos, ciudades como Nueva York (8,5 millones de habitantes), Chicago (2,7
millones de habitantes) y San Francisco (cerca de 1 millón de habitantes) han
tenido el éxito de desviar las llamadas
que no son de emergencia a sus líneas de respuesta de emergencia . Estos
programas han producido beneficios más allá de los objetivos previstos de
mejora del acceso y de tiempos sino que
también proporcionan a la ciudad datos en tiempo real
sobre lo que está pasando y dónde. Responsables de la ciudad pueden analizar
estos datos para encontrar maneras de reducir los costes de transacción, así
como facilitar respuestas coordinadas que impliquen a varios departamentos.
La obtención de nuevos datos para un mejor funcionamiento de las decisiones de
planificación, se ha convertido en una
nueva ola de la informática emergente. Estas aplicaciones se centran en
desarrollar nuevas soluciones mediante la “creación” de nuevos datos en tiempo
real y nuevos modos de usarlas.
Por ejemplo, las agencias de la ciudad han
utilizado el crowd-sourcing ( un tipo de actividad online participativa en la que una
persona, institución, organización sin ánimo de lucro o empresa, propone a un
grupo de individuos mediante una convocatoria abierta flexible la realización
libre y voluntaria de una tarea ), para desarrollar aplicaciones en tiempo real recopilando
datos de los ciudadanos durante situaciones de crisis: la plataforma Ushahidi ("testimonio" o "testigo" en
swahili) fue desarrollada en Kenia para mapear
denuncias de violencia durante la crisis postelectoral después de la disputada
elección presidencial a principios de 2008. Desde entonces, se han
organizado proyectos similares en Gaza, República Democrática del Congo y
África del Sur. El software ha sido también utilizado para monitorizar
elecciones en la India y en México, rastrear el virus de influenza H1N1 y
apoyar los esfuerzos humanitarios después del terremoto de Haití de 2010 y el
seismo de Chile del mismo año. Ushahidi combina activismo social, periodismo ciudadano y nuevas tecnologías de
información geoespacial. Se basa en el concepto
de crowdsourcing,
un modelo de colaboración masiva basada en el voluntariado. El software es de código
abierto y puede ser libremente adaptado. Ushahidi fue galardonado como
Mejor Weblog 2010 por los Premios BOBs (The Best of The Blogs), la competición
internacional de la blogosfera mundial convocada cada año por Deutsche
Welle.[1]
En otros casos, el uso de sensores y dispositivos inteligentes,
sin participación humana directa permite ayudar a controlar tanto en el día a
día las operaciones como la planificación a largo plazo. La Iniciativa Espacio Digital de Shanghai (capital económica de China con 10
millones de habitantes) utiliza sensores inalámbricos para monitorizar el desarrollo
de la gestión de las comunicaciones y el flujo de tráfico.
Algunas aplicaciones
prometedoras presentan formas innovadoras para analizar datos en “abierto”,
estas son las denominadas " mash-ups ", una filosofía que parte de que ciertos datos deben estar
libremente disponible para todos, para que los ciudadanos puedan emitir comentarios
sobre ellos y sobre las necesidades
relacionadas con dichos datos. Un mash-up es una web, aplicación que usa y
combina datos múltiples para crear nuevos servicios, implica integración fácil
y rápida, combinación, visualización y agregación. Lo importante es transformar los datos existentes en otros
más útiles tanto para uso personal como profesional.
Por ejemplo, Nairobi (la
cuarta ciudad mas grande de Africa con más de 3 millones de habitantes),
combina el teléfono móvil con la
información del censo y a continuación aplica modelos matemáticos para entender
el crecimiento de los tugurios de la ciudad y desarrollar modelos predictivos
que podrían orientar ladespliegue de infraestructuras y servicios de la ciudad.
El aumento de la
participación del público para la mejorar la resolución de problemas empieza a
ser importante en estos casos, de esta manera los ciudadanos aportan soluciones
a los problemas y a los desafíos urbanos. Por ejemplo, en conexión con un
proyecto OpenData (es una filosofía y práctica que persigue que determinados
datos estén disponibles de forma libre a todo el mundo, sin restricciones de copyright, patentes u otros
mecanismos de control), Washington,
DC, celebró un concurso de Apps "
para la Democracia ", en el que se pidió a los ciudadanos que diseñaran y
presentaran aplicaciones para mejorar las formas de vida de la ciudad. El
concurso produjo 47aplicaciones para la
web,l iPhone y Facebook en solo 30 días. Los administradores de la ciudad
dijeron que estas aplicaciones tenían un valor de $ 2,3 millones y costaron a
la ciudad sólo $ 50.000. Del mismo modo, en 2009, la ciudad de Nueva York puso
en marcha el concurso "NYC Big Apps" . Desde su creación, el concurso
anual se ha traducido en 140 nuevas aplicaciones. La ciudad es ahora más capaz
de desarrollar colaboraciones con los ciudadanos sobre la priorización de los
problemas de la ciudad y el desarrollo de soluciones, utilizando redes sociales
o crowdsourcing. Una de estas iniciativas, "Dale un minuto" es un
crowd-sourcing a través del cual los
ciudadanos pueden escribir o publicar en un sitio web sus ideas sobre cómo
mejorar la ciudad. Los líderes comunitarios en el sector público y privado
revisan las ideas y responden a sus favoritos. Esta iniciativa ya se ha puesto
en marcha en Memphis y Chicago y pronto se introdujo en San José.
Otro enfoque interesante de la participación
del público en el proceso de planificación urbana viene de
"Chinatown participativa", en Boston, es un juego en línea en 3-D en
el que los ciudadanos pueden actuar como residentes virtuales para dar entrada
a sus decisiones. El lanzamiento del juego atrajo a participantes nuevos y
jóvenes a unirse a los debates de planificación, que suelen atraer solo a
jubilados y profesionales.
Muchas de estas ideas siguen siendo
fascinantes,.no obstante aún no se ha
conseguido que se conviertan en soluciones sistemáticas. Todas estas cuestiones
nos plantean algunas preguntas: ¿qué es una "ciudad digital
saludable"?, ¿qué iniciativas podrían ayudar, medir el éxito, y la
capacidad de creación para hacer frente a como, cuando y de que manera los
datos pueden ser “abiertos” , de que manera podemos reducir la exclusión
digital y el modo en que podemos
mejorar el acceso a todos los ciudadanos para que puedan beneficiarse de la
informática en cualquier área urbana?. Para desarrollar nuevos proyectos que
respondan acertadamente a estas preguntas será importante, en primer lugar
poner por delante las necesidades de los ciudadanos, y posteriormente mantener
la convivencia entre las interacciones del mundo real y la informática urbana,
y asegurarse de que los sectores público, privado y social trabajan juntos.