Boston es uno de esos
ejemplos, que nos ofrece la historia urbana, de transformación de una ciudad en
lo que va desde el periodo en que la ciudad es capaz de convivir con la
naturaleza, al pleno desarrollo de la civilización
industrial, en que la ciudad se vuelve sujeto único, egocéntrico, incluso por
encima de sus habitantes. Desde un
primitivo poblado mercantil confortable,
pequeña ciudad inglesa rica, ramificada sobre la península que surge de
la desembocadura del Charles River, a convertirse en una metrópoli que alterará
la topografía y la geografía de su
bahía y su entorno, debido a la profunda evolución de su base económica y al
papel que jugarán sus clases dirigentes, imponiendo el poder de sus intereses.
Esta
transformación, tuvo lugar, a su vez,
al producirse una confrontación en las bases de la cultura urbanística de la
época, que tiene bastante que ver con
los cambios y evoluciones de las raíces del pensamiento anglosajón de los siglo
XVIII y XIX.
Sobre Boston y los centros menores de la región de
Massachussets, gravitaron, durante esta época, grupos de filósofos y ensayistas de gran prestigio y de marcada raíz puritana y
trascendentalista. No hay que olvidar que Boston fue fundada por miembros de la
religión puritana, que conformaron la identidad del pensamiento americano
radical progresista, encabezados por
Henry David Thoureau (1817-1862), Ralph Waldo Emerson (1803-1882), Margaret
Fuller o Walt Whitman.
H.D.Thoureau, escritor y ensayista, hastiado y
agobiado pro el proceso ideológico y de urbanización que empieza imponerse
desde algo mas allá de principios del siglo XIX, alza un grito radical de
ruptura contra la ciudad mercantilizada, incapaz de convivir con la naturaleza,
y a su vez así salvar su propia integridad individual. Este grito de Thoureau,
su exilio en los bosques, puso sobre la mesa un conflicto lacerante en el
pensamiento urbanístico de la época, que ha estado perenne a los largo de los
tiempos en distintas versiones hasta nuestros días, la ciudad como comunidad de
ciudadanos capaz de convivir con la naturaleza como algo propio o la
ciudad en donde sus habitantes son
meros consumidores y la naturaleza es algo ajeno a la misma.
Sobre este debate, con distintas y múltiples
variantes, se han conformado distintos movimientos que han ido influyendo o luchando en la orientación de la forma y
el sentir de las ciudades. La manera de pensar de Thoureau y otros intelectuales
y escritores han influido sobre muchos artistas, políticos, dinamizadores
sociales y escritores en todo el mundo, por sus ideas sobre la naturaleza, la
ecología, el valor del individuo, a favor de la desobediencia civil, el
anarquismo humanista o el movimiento “hipy”, incluyendo entre estos a E. Abbey,
W. Cather, Marcel Proust, William B. Yeats, Sinclair Lewis, Ernest Hemingway,
E. B. White, Lewis Munford, F. Lloyd Wrright,
A. Posey, John Bhurroughs, G. Bernard Shaw, Gandhi, Martin Luther King,
o E. Goodman, entre otros muchos.
H. D. Thoureau fue un personaje peculiar, que tomó
una posición radical, rechazando la vida en sociedad, defendió la desobediencia
civil, fue conservacionista, radical defensor de la tierra como bien común,
intensamente espiritual, dedicando una parte de su vida al estudio de los vedas
hindúes...llegando a abandonar la ciudad para retirarse a la naturaleza, construyéndose con sus propias manos una
cabaña en unos terrenos cedidos por su amigo R. Waldo Emerson, al lado del lago
Walden, de ahí el nombre de su famosa cabaña “Walden”, en las
inmediaciones de Concord ciudad natal
de Thoureau.
Emerson por su parte nació en Boston, fue líder del
movimiento trascendentalista y pastor unitario, de lo que desistió
posteriormente. Hoy día es considerado como el ensayista mas importante de
Estados Unidos siendo comparado con Montaigne por H. Bloom. Para Emerson la
ciudad es la sede de la comunidad humana, pero la ciudad comercial e industrial
que surge con la primera revolución industrial
traiciona esa vocación urbana, de conciliación entre naturaleza y
sociedad, convirtiendo la ciudad en un
medio de coacción y de opresión social,
de desigualdad y en fuente de contrastes y luchas.
Las tendencias de la religión unitaria y
trascendentalistas conforman la plataforma intelectual que influye en Boston a lo largo del siglo
XVIII y principios del XIX. A su vez,
será en Boston, donde para contrarrestar ese capitalismo urbano surgido con la primera revolución
industrial surgirán, posteriormente a
mediados del XIX y principios del XX,
algunos de los movimientos reformistas mas importante en el ámbito del
“Town Planning” (planificación de la ciudad o planificación urbana), movimiento
sobre la necesidad de planificar las ciudades debido a los graves problemas
surgidos en la vivienda, la salud y las
condiciones de vida, provocado por el
auge del capitalismo industrial que provoco grandes movimientos migratorios de
mano de obra desempleada o con bajos salarios. Esta situación condujo a un movimiento
reformista por el que se llegó a un acuerdo general, tanto de la opinión
pública como de los políticos, sobre las condiciones que debe cumplir un
asentamiento urbano digno, dando lugar muchos años mas tarde a las estrategias
socioeconómicas de planificación de ciudades y a la concepción metropolitana de
los territorios que se extendían alrededor de las grandes ciudades, como fue el
caso primero del Gran Londres.
Así mismo surgió uno de los movimientos paisajistas
mas interesantes, el denominado Park Movement, el movimiento a favor de los parques
urbanos, las avenidas y senderos verdes (park-ways), gracias al esfuerzo
teórico y práctico de personalidades como A. Jacckson Downing y F. Law Olmsted
que contribuyen a madurar a la opinión pública contra la congestión de los
grandes centros urbanos. Para ellos, el paisajismo deja de constituir una mera
evasión romántica, ni tampoco lo consideran como una contraposición ajena a la
ciudad, sin conexión con ella, como el
reverso de la ciudad industrial. Los representantes del Park Movement, consideran
el paisajismo de los parques y similares, como elementos interiores de la
ciudad, como partes de si misma, como elementos orgánicos y de organización
estructural urbana que sirven para orientar, corregir y modular las iniciativas
de los particulares, muchas veces de marcado carácter especulativo. No es
tampoco un componente de la expansión de la ciudad, como se manifestó en
Inglaterra, sino que se convertirán en instrumentos específicos de la
planificación urbana.
Como recorrido histórico, observemos que a comienzos
del XIX, Boston tenia aproximadamente
25.000 habitantes, expandidos por la hermosa península de Shawmut que conforma
la Bahia de Bostón o Back Bay, origen de la ciudad, unida al transpais por una
delgada lengua de tierra que se conoce con el nombre de “el Neck”, pasando a
tener a principios del siglo XX, alrededor de 600.000 habitantes.
La demanda residencial de las clases acomodadas dejó
una clara impronta personal en la edificación privada y pública de la ciudad
desde principios del XIX, con las elegantes mansiones del West End. Estas
edificaciones domesticas interpretadas en gran parte por el arquitecto Charles
Bulfinch, que realizó asi mismo el Tontine Crescente de la Franklin Street,
corresponden en gran parte a prototipos londinenses. Y constituirán durante
algunos decenios una constante de la producción edificatoria mas cualificada y
significativa de la ciudad. Charles Bulfinch fue el primer arquitecto
profesional de Estadios Unidos, intervino en la construcción del Capitolio de
Washington y llevo a cabo el palacio del Estado de Massachussets en Boston. Se
hizo famoso por sus elegantes residencias, iglesias y edificios públicos.
Falleció en Boston en 1844.
Pero sin lugar a dudas, la parte mas llamativa de la
expansión de Boston a lo largo del siglo XIX, la que va cambiar la
configuración de la ciudad y dirigirla hacia un proceso de urbanización
expansivo y especulativo, es sin duda el relleno de las grandes superficies de
agua de la bahía, para obtener nuevos terrenos susceptibles de urbanización. En
total se llegaron a obtener terrenos ganados al mar de más de 3.000 acres, culminando con el relleno y cubrimiento de
la Back Bay, pasada la mitad del siglo XIX..
Cronológicamente en 1805 se abre al trafico el South
Boston Brida y se lleva a cabo el primer relleno de la bahía. En 1809 entra en
funcionamiento otro puente hacia Cambridge, que viene a añadirse al existente
hacia Charlestown, denominado Mill Pond, la pequeña ensenada formada entre
ambos puentes, se transforma en terrenos edificables utilizando los materiales
excavados en la vecina colina de Bacon Hill. Es en esta época cuando Charles
Bulfinch prepara un plan de parcelación
de mallas geométricas y se realizan los rellenos del South Cove donde se
construyen muelles de atraque, edificios comerciales y almacenes. En 1814 se
aprueba el proyecto de utilización de la Back Bay y de la zona opuesta del
Neck. Estos precedentes de acondicionar
los diques del Back Bay servirán a
partir de 1858 como punto de partida para la urbanización del mayor sector del
estuario del Charles River. Desde mediados del siglo XIX Boston dispone de
siete terminales ferroviarias que corresponden a otras tantas líneas
independientes.
Hacia 1880, en que se terminan los rellenos de la
Back Bay, Olmsted dará el aspecto definitivo a toda el área de la Back Bay y al
sistema de los parques urbanos. Es en
Boston donde se inician las tendencias, que hemos comentado, del Pak Movement.
A estos efectos será Olmsted quien asesore
a la Comisión de Parques de la Ciudad de Boston con indicaciones expresas sobre la formación
de una serie de parques urbanos. Olmsted traza un plan propio en el que se
enlazan, formando un sistema continuo, el Franklin Park (quizás el ejemplo mas
maduro de Olmsted, detrás del Central
Pak), el Arnold Arboretum, el Public Garden, el Common y el nuevo parque de
Back Bay Fens.
Frederick Law Olmsted (1822-1903) fue un famoso
arquitecto, paisajista, periodista
y botánico estadounidense, famoso por diseñar muchos parques urbanos conocidos,
incluyendo el el
Central Park y el
Prospect Park, ambos de
Nueva York. Otro de sus
proyectos, fue el sistema coordinado de parques públicos y avenidas más viejo
del país: la Reserva de las Cataratas
del Niagara, en Niagara Falls, Nueva York; el Parque
Mont-Royal, Montreal; el Emerald
Necklace, en Boston,; el Cherokee
Park (además del sistema de avenidas) en Louisville, Kentucky;
así como el Jackson Park, el Washington Park y el Midway Plaisance en para la World's Columbian Exposition de Chicago;
parte del parque de Detroit Belle Isle; los jardines del Capitolio de los Estados Unidos; y el
edificio de George Washington Vanderbilt II, el Biltmore Estate, en Carolina del Norte.
En 1889 Charles Eliot un arquitecto paisajista antiguo alumno de Olmsted y Sylcester
Baxter, periodista y ensayista forman un comité para la salvaguarda y la
afectación al uso público de las zonas de mayor interés histórico y natural del
área de Boston.. Las dificultades de esta experiencia llevan a Baxter a
plantearse por primera vez la creación
del Greater Boston, en la que
propone la creación de una figura nueva administrativa de carácter metropolitana. Como consecuencia
de esta propuesta, en 1893 se crea la
Metropolitan Park Comisión, de la que el propio Baxter se convierte en
secretario. A principios del siglo XX el sistema completo de áreas verdes
alcanza una extensión de 1.500 acres que comprenden treinta millas a lo largo
del río y diez millas de ribera marítima. Estas adquisiciones a lo largo de los
siguientes años totalizaran 2.353 acres de parques públicos y 78 millas
parkways.
A partir del siglo XX la ciudad, con cerca de
600.000 habitantes inicia una nueva
fase de desarrollo que revelará la capacidad de la nuevas elites bostonianas
para afrontar nuevas iniciativas económicas en la región. Llevándose acabo la
creación de polos productivos industriales promovidos por un grupo de
empresarios reunidos bajo el nombre de Boston Associates. En lo que es la
ciudad en si misma se reestructura el centro, se consolidan las relaciones con
el traspais y se amplían las posibilidades de asentamiento.
Las experiencias de Baxter del Metropolitan Park Comisión, le llevan a plantearse la importancia de llevar a cabo un plan que
se atribuya cometidos metropolitanos y de organización territorial, siguiendo
el modelo del Gran Londres. Estas ideas de Baxter no llegan a buen termino
hasta que en 1909 un grupo de ciudadanos de Boston, formado en gran parte por
dirigentes de grandes empresas y funcionarios de entes públicos, organizan un
movimiento de opinión al que denominan “Boston
1915” en que plantean la creación de un área metropolitana de Boston.
En 1911 Filene, J. Randolf Coolodge y John
Nolen elaboran un plan a escala
metropolitana y definen los objetivos
correspondientes a una descongestión planificada, dentro de la estrategia del
“zonning” y un sistema generalizado de transporte
colectivos. A pesar de todas las dificultades y oposiciones de las ciudades del hinterland, el plan
Boston 1915 constituye un importante paso adelante para llegar a entender
una concepción regional metropolitana,
con respecto al “town design” que caracterizaba al plan de Burnham para Chicago
que se estaba realizando por estas fechas, poniendo sobre la mesa la
correlación y diferencias entre los
aspectos físicos morfológicos del planeamiento urbano y del diseño interior
representados por el “town design”, con los aspectos mas generarles del
equilibrio socioeconómico de un área metropolitana.
Esta breve reseña de la historia urbana de Boston,
nos permite comprender algunas
cuestiones que están en el hacer propio de la disciplina urbanística. Primero
que el urbanismo responde a una acumulación de experiencias teóricas y practicas con la suficiente
antigüedad y diversidad, para que resulte cuando menos frívolo e ignorante,
plantear que es una disciplina sin bases sólidas de conocimiento. Segundo nos
permite comparar el desarrollo evolutivo de muchas ciudades, sus distintas etapas
y los procesos de los que adolecen o
las carencias mas significativas de las mismas. Tercero a urbanística responde
a una lógica de experiencias repetidamente probadas y resulta inútil no conocer
las lógicas de las mismas, pues nos permitiría no repetir errores y no recorrer
sin mejorar caminos ya superados. Cuarto aprender las variaciones de los modos
de hacer culturales de cada región o lugar, con el objetivo que el traslado de
las experiencias no sea mimético, sino mas bien sea adaptado a los condicionamientos
geográficos y culturales del sitio.
Boston, en
este sentido, es simplemente un ejemplo, que me ha permitido reflexionar sobre
algunos mínimos aspectos, de la disciplina urbanística y por tanto, solo es una
más de las muchas experiencias a tener en cuenta.