Siempre la vida nos sorprende, en los últimos tiempos para
mal, aunque a veces en este “paisaje de
guerra” en que hoy se ha convertido este paraíso, la sorpresa fluye fresca y
lujuriosa. Me empeño en andar con la mente un tanto en blanco, diciéndome a mi
mismo que lo que me trae cada paso, no tiene nada de moral, és lo que és,
aunque raramente lo consigo, pero aprendo aceptar, pero no a resignarme. Así,
el viernes último, a pesar de todo el bullicio que se empeñan en meternos, de
los rescates, recortes y reformas que dicen que hacen , aunque siempre los
sufrimos los mismos, descubrí que los seres humanos , a pesar de todo, como
digo, se juntan y se encuentran para hacer cosas bellas, interesantes,
motivantes y llenas de “cordura”, porque la locura hoy esta en otros
sitios pero no en la cultura, ni en la
resistencia y emprendimiento con que hoy muchos colectivos se enfrentan a esta
injusta crisis.
Recorrí el denominado “SOHO”, la ruta de las tapas, bueno
algo de la ruta, tampoco hay que exagerar y acabé en el Feel Jazz Club o el Feel Hostels, nuevo invento para dormir
y hacer turtismo con un gran éxito hoy día en las ciudades, me refiero a los Hostels,
buque insignia de las tribus urbanas juveniles en crisis.
El Feel Jazz Club, es una sala para escuchar jazz en
directo. No puede ser, en plena crisis ¡ jazz¡. Pensé que aquello sería de músicos amateurs para pasar el rato. Que
error.¡ Buenos músicos se daban cita con una profesionalizad y generosidad que hacia pensar que de
esta crisis podíamos salir.
Que lujo para Málaga, no es que Málaga no se lo merezca, es
que no estamos acostumbrados a la cooperación, a que músicos mas allá de
un cierto localismo, de reconocido prestigio se apoyen, se fundan, colaboren en
bandas distintas con el simple animo de expresar sentimientos y razones de ser. Nunca el jazz ha sonado
tan actual, nunca ha contado tantas cosas, sino vuelvan ustedes a escuchar a John
Coltrane.
Que lujo escuchar a
Enrique Oliver al saxo, un muchacho de no mas de veinte siete años desparramando tanto conocimiento y
sensibilidad, saliendo al encuentro de Arturo Serra Quartet, con Arturo Serrano
al vibráfono, Juan Galiardo al piano, Marko Lohikari al contrabajo y Xabi Hinojosa
a la batería. Pero esto es solo un día, por allí han estado además Dani
Domínguez a la batería , Ernesto Aurgnac con su saxo alto uno de los mejores
músicos de este país y por el club se
podrá ver los próximos viernes a Javier Denis Cuarteto con Marcelo Sáenz a la guitarra y al Quartet
de Ernesto Aurignac.. Señores quien quiere mas!.
Esta ciudad no se merece lo que están haciendo con la
cultura, con la ilusión, la esperanza y las ganas de emprender y vivir que
tienen sus gentes. Aunque el bullicio de la guerra es mucho, y la codicia y la ineficiencia más, Málaga no para de
enseñarnos que la vida florecerá pues está llena de talento. Málaga es una
ciudad silenciosa, lenta pero repleta de capacidades y recursos. Algunos se
empeñan en que sea semanasantera y peñita, pero ella vuelve a reinventarse una
y otra vez, y como la naturaleza renace y nos sorprende siempre, a pesar de algunos.