El lunes
pasado en el Ateneo asistí a una mesa redonda sobre la Monofuncionalidad del
Centro de Málaga. Sin ánimo de ser exhaustivo, me gustaría exponer las
conclusiones que me sugirieron dicho acto. Parte son de mi cosecha y parte de
las intervenciones lucidas de Enrique
Navarro, geógrafo y profesor en la Escuela de Turismo, Carlos Hernández,
arquitecto y concejal independiente en el Ayuntamiento de Málaga y la
presidenta de Asociación de Vecinos del Centro Antiguo.
Todo
ello nace del reconocimiento generalizado que el Centro de Málaga hoy no
dispone de un modelo eficiente y democrático capaz de enfrentarse o mejor de ajustarse a la crisis, al turismo,
a la contaminación del ruido, a los Museos, Hoteles, a las nuevas dificultades
de la movilidad o al impulso de un mercado y de un capital dispuesto a
apropiarse de todo con tal de sacar las máximas plusvalías en beneficio propio
a costa de lo que sea, generando una burbuja especulativa sin atender a las deseconomias
que produce o los costes y daños colaterales que origina y que la
Administración actual no es capaz de oponer una racionalidad a dichos mercados.
Como suele ocurrir el Ayuntamiento no sabe aprovechar los impulsos de los
mercados para extender las plusvalías hacia la colectividad, racionalizando
dichos impulsos y gestionándolos en beneficio del máximo de ciudad y de sus
ciudadanos.
Brevemente
enumero a modo de conclusiones y con gran simplicidad los siguientes aspectos a
tener en cuenta en la configuración de un nuevo modelo urbano para el Centro
actual:
1.-
Ampliar los límites del Centro, incorporando los barrios del norte como el
barrio del Mercado de Salamanca, Capuchinos, las faldas del Seminario y Conde
Ureña. Barrios que están siendo destruidos por normativas que no reconocen las
tipologías y morfologías de barrios históricos de gran valor popular. Este ejercicio nos llevaría a
modificar el actual PGOU, que es un autentico desastre, y a iniciar una nueva
lectura mas acertada de la ciudad que la
realizada por el dicho PGOU.
2.-
Usar límites e índices de saturación para bares y restaurantes de manera que la
competencia desordenada y la ineficiencia no produzcan daños económicos y una contaminación desmedida.
3.-
Realizar modelos de flujos para racionalizar los accesos de turistas y extender
sus posibilidades por distintas partes del Centro y de la ciudad.
4.-
Mejorar la gestión creando una unidad del Centro que coordine las distintas políticas
urbanas sobre el Centro, con la suficiente rapidez y flexibilidad para
adaptarse a los procesos de las economías complejas con múltiples variables.
5.-
Usar el paisajismo para poner en valor los grandes espacios del Monte Seminario,
Gibralfaro, Parque del Cementerio de San Miguel, el Ejido o el Cauce del
Guadalmedina como grandes parques de la ciudad y canalizar a través de ellos
rutas verdes.
6.-
Mejorar la movilidad en beneficio de los habitantes del Centro.
7.-
Construir protocolos de participación de los habitantes del Centro para las
distintas intervenciones en el Centro.
8.-
Luchar denodadamente contra el ruido que impide la habitabilidad en el Centro
primera razón de ser de cualquier barrio.
9.-
Dotar de equipamientos de barrio al Centro: Educativos, guarderías, sanitarios,
deportivos….
10.-
Profesionalizar la rehabilitación de manera que no se destruyan el valor de los
edificios y el patrimonio del Centro.
11.-
Mejorar el Catalogo actual poniéndolo al día.
12.-
Adaptar la normativa actual a las nuevas condiciones y experiencias obtenidas a
lo largo de estos años.
13.-
Defender y poner en valor el patrimonio del Centro, tanto el arquitectónico,
pinturas, morfológico o toponímico.
14.-
Reordenar la Alameda, el Puerto en sus fases pendientes y el acceso del Metro.
15.
Hacer un concurso para definir que hacer con el mercado de la Plaza de la
Merced, el Cine Astoria , el túnel y alrededores la milla de oro del Centro de
Málaga
Simplemente
son quince ideas, claras y nada complicadas, solo necesitamos una
Administración dispuesta a actuar ordenando sus propios aciertos.