jueves, 9 de octubre de 2014

SOBRE LA MONOFUNCIONALIDAD DEL CENTRO DE MALAGA.

El lunes pasado en el Ateneo asistí a una mesa redonda sobre la Monofuncionalidad del Centro de Málaga. Sin ánimo de ser exhaustivo, me gustaría exponer las conclusiones que me sugirieron dicho acto. Parte son de mi cosecha y parte de las intervenciones lucidas  de Enrique Navarro, geógrafo y profesor en la Escuela de Turismo, Carlos Hernández, arquitecto y concejal independiente en el Ayuntamiento de Málaga y la presidenta de Asociación de Vecinos del Centro Antiguo.

Todo ello nace del reconocimiento generalizado que el Centro de Málaga hoy no dispone de un modelo eficiente y democrático capaz de enfrentarse  o mejor de ajustarse a la crisis, al turismo, a la contaminación del ruido, a los Museos, Hoteles, a las nuevas dificultades de la movilidad o al impulso de un mercado y de un capital dispuesto a apropiarse de todo con tal de sacar las máximas plusvalías en beneficio propio a costa de lo que sea, generando una burbuja especulativa sin atender a las deseconomias que produce o los costes y daños colaterales que origina y que la Administración actual no es capaz de oponer una racionalidad a dichos mercados. Como suele ocurrir el Ayuntamiento no sabe aprovechar los impulsos de los mercados para extender las plusvalías hacia la colectividad, racionalizando dichos impulsos y gestionándolos en beneficio del máximo de ciudad y de sus ciudadanos.

Brevemente enumero a modo de conclusiones y con gran simplicidad los siguientes aspectos a tener en cuenta en la configuración de un nuevo modelo urbano para el Centro actual:

1.- Ampliar los límites del Centro, incorporando los barrios del norte como el barrio del Mercado de Salamanca, Capuchinos, las faldas del Seminario y Conde Ureña. Barrios que están siendo destruidos por normativas que no reconocen las tipologías y morfologías de barrios históricos de gran  valor popular. Este ejercicio nos llevaría a modificar el actual PGOU, que es un autentico desastre, y a iniciar una nueva lectura mas acertada de la ciudad  que la realizada por el dicho PGOU.

2.- Usar límites e índices de saturación para bares y restaurantes de manera que la competencia desordenada y la ineficiencia no produzcan daños económicos  y una contaminación desmedida.

3.- Realizar modelos de flujos para racionalizar los accesos de turistas y extender sus posibilidades por distintas partes del Centro y de la ciudad.

4.- Mejorar la gestión creando una unidad del Centro que coordine las distintas políticas urbanas sobre el Centro, con la suficiente rapidez y flexibilidad para adaptarse a los procesos de las economías complejas con múltiples variables.

5.- Usar el paisajismo para poner en valor los grandes espacios del Monte Seminario, Gibralfaro, Parque del Cementerio de San Miguel, el Ejido o el Cauce del Guadalmedina como grandes parques de la ciudad y canalizar a través de ellos rutas verdes.

6.- Mejorar la movilidad en beneficio de los habitantes del Centro.

7.- Construir protocolos de participación de los habitantes del Centro para las distintas intervenciones en el Centro.

8.- Luchar denodadamente contra el ruido que impide la habitabilidad en el Centro primera razón de ser de cualquier barrio.

9.- Dotar de equipamientos de barrio al Centro: Educativos, guarderías, sanitarios, deportivos….

10.- Profesionalizar la rehabilitación de manera que no se destruyan el valor de los edificios y el patrimonio del Centro.

11.- Mejorar el Catalogo actual poniéndolo al día.

12.- Adaptar la normativa actual a las nuevas condiciones y experiencias obtenidas a lo largo de estos años.

13.- Defender y poner en valor el patrimonio del Centro, tanto el arquitectónico, pinturas, morfológico o toponímico.

14.- Reordenar la Alameda, el Puerto en sus fases pendientes y el acceso del Metro.

15. Hacer un concurso para definir que hacer con el mercado de la Plaza de la Merced, el Cine Astoria , el túnel y alrededores la milla de oro del Centro de Málaga


Simplemente son quince ideas, claras y nada complicadas, solo necesitamos una Administración dispuesta a actuar ordenando sus propios aciertos.